Quizá llegue un día en el que nos sintamos abatidos en el desamparo. Un día en el que las flores pierdan su color y la encrucijada del tiempo nos sucumba en el amargo tacto del dolor. Será un día que quizá llegue o quizá o no. ¡No lo sé! Solo sé que de esos días ya he vivido muchos. Solo sé que los volveré a vivir. Pero de todo ese saber hay algo he aprendido, y es que pase lo que pase aún sigo aquí. Aún sigo dispuesto a dar batalla. A alzar mi voz en alto pese a que solo una persona se detenga a escucharla.
Aunque únicamente sea mi yo mismo el que se detenga a prestarle oídos. Mi nadie…
Sé que cuando me levante del sabor ácido del suelo, volverá ese amargor a mis olvidos. Sé que de ese suelo algo habré aprendido. Puede que algo que necesitaba, o quizás nada bueno. Pero seguiré alzándome. ¡En movimiento! ¡Un paso más allá! Y espero que sea firme, pues todos tenemos a un gran guerrero en nuestro interior. ¡Cuestión será de sacarlo a fuera a jugar!
Sé que así será pues asumo que por muy jodido que esté, puedo salir adelante. Me lo he demostrado muchas veces, y llegado el momento, espero impaciente hacerlo una vez más.
Espero que tú también.