Una vez me dijeron que incluso de aquellas personas que parecieran menos inteligentes se podía aprender. Lo que me ahora me lleva a pensar cuantas cosas me he perdido por asumir que tenía el control de lo que estaba haciendo. Ignorando lo detalles novedosos que como un torbellino me rodeaban por estar demasiado anclado en esas vías del tren que yo mismo ya había formado. ¡Piénsalo!
Al igual que muchas veces no escuchamos a los que creemos menos inteligentes, tampoco aprendemos de lo que nos rodea al creer que ya sabemos bien lo que tenemos que hacer.
No es lo mismo saber que ser consciente
En mis estudios me ocurrió algo parecido. En aquellas asignaturas que pensaba que ya tenía muy controladas, apenas prestaba atención. Siendo este un mecanismo bastante usual en esa mente nuestra tan poco dada a la información repetida. Porque si considera que algo ya lo sabe, no quiere hacer esfuerzos inútiles. ¿Pero es realmente un esfuerzo inútil?
Cuando hago repaso de esas clases a las que acudía de asignaturas que ya pensaba que tenía más que controladas, o incluso cuando las estudiaba posteriormente para los exámenes, me doy cuenta de que al final aprendí cosas que antes no sabía o de las que al menos no era plenamente consciente.
¿Cuanto conocimiento de gran calidad se nos escapa por creer que ya somos expertos en algo? ¿Cuantos pequeños detalles en los que quizá no caíamos en nuestro regocijo de sabiduría podrían haber estado ahí manteniendo una mayor atención?
La vida nos regala cada día nuevas pildoritas de sabiduría, pero por desgracia muchas veces acaban perdidas en los laberintos que caminan hacia nuestra conciencia.
Estudiando Mindfulness caí en la cuenta de esta realidad. Perdemos mucho tiempo dándole vueltas y vueltas a las mismas cosas. O quizá vayamos navegando por la vida en piloto automática. Pero para alcanzar la sabiduría del ahora o retomar nuestra inteligencia y ponerla al frente de nuestros, tenemos que recuperar nuestra atención de principiantes.
Son muchas las posibilidades que se abren ante la mente del principiante, pero muy pocas las que se presentan a la mente del experto.
Suzuki Roshi
¡Abre tu mente! Muchísimas personas de gran éxito han resaltado esa actitud como una de sus cualidades más importantes. La apertura al ahora, a la sabiduría y al conocimiento, y el encarcelamiento de la mente que caduca y se vuelve tonta entre sus barreras inflexibles. ¡No tenemos espacio para ella!
Dejemos a un lado lo sabios que somos y abrámonos a los detalles. Hay quien dice que cada vez que vuelve a leer una y otra vez el mismo libro, acaba aprendiendo cosas nuevas. El conocimiento se interpreta y reinterpreta sin final porque cada persona lo hace de una forma distinta. De hecho cada vez que nos exponemos a el, nosotros mismos y nuestros estados emocionales son distintos. De ahí que se lleguen a nuevas interpretaciones.
No caigas en las sucias garras del aburrimiento y el desinterés. Recupera tu mente de principiante. Recupera tu inocencia y esa insaciable sed de saber más y más. De ese modo no solo crecerás como nunca lo has hecho antes, sino que también disfrutaras más del ahora. Serás más feliz y quien sabe… probablemente te diviertas como nunca antes lo hubieses imaginado.
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Estoy de acuerdo que leer y aprender es un síntoma de quererse y mejorar pero también es verdad que no siempre el que más lee y más sabe es el más feliz.
Eres un crack jungle
Así es, el conocimiento es una forma de aprendizaje, pero hay conocimientos que ayudan para ser más felices y otros que menos. Yo hace tiempo que me di cuenta de eso. Hay muchas información dentro del la mejora personal que está orientada a la competición, a la lucha, y apelan al ego. Poco tienen de aceptación y de disfrutar el momento, y vivir en una continua competición nos hace dependientes de los éxitos para ser felices. Al mismo tiempo el conocimiento que a unos ayuda a ser más felices otros puede que ni lo entiendan… En fin, cada uno es responsable de qué quiere aprender y de como maneja esa conocimiento para sus fines propios. Un saludo!!
Un tema realmente fascinante el que compartes hoy David. Y para poner en práctica esa apertura de mente y aprender del ahora no cabe la menor duda de que hacen falta muchas dosis de humildad…..una virtud maravillosa a mi parecer. Gracias por ser como eres David …..y por mostrar tu esencia e inteligencia.
Muchas gracias Consuelo. Aunque no lo comente en el artículo tienes toda la razón. Para poder acceder a nuestra mente principiante necesitamos grandes dosis de humildad. La humildad es una cualidad que cuando somos expertos en algo tiende a salir corriendo, tenemos que intentar equilibrarla siendo conscientea de ello. Muy buen apunte. Un abrazo!!