8 Secretos para hacer el amor utilizando el poder de la seducción

8 Secretos para hacer el amor utilizando el poder de la seducción

¡Hagamos el amor y no la guerra!

Durante este artículo voy a compartir contigo 8 secretos que, gracias a mi intenso afán por aprender a seducir cada día mejor, consiguieron mejorar todas mis relaciones sexuales. Basándonos sobretodo en aprovechar todo el poder de nuestra mente para que esta nos ayude a durar más en la cama y que en general, disfrutemos y hagamos disfrutar más a nuestra pareja en cada encuentro sexual.

Para ello buscaremos una unión practicable entre el sexo más salvaje y desenfrenado junto a ese sexo transcendental que nos conecta a nivel emocional profundo. Combinando las enseñanzas más picantes propias de esta sociedad tan afanada a la pornografía en la que hoy vivimos, con las más transcendentales y espirituales procedentes del Tantra, el amor y la seducción. ¿Hay ganas? Empecemos…

Sumerjámonos en ese océano de places que el amor y el sexo nos suministrarán sin recelo. ¡Dejémonos arrastrar con valentía por las sensaciones del acto sexual en aras de una seducción que nos estimule y nos vuelva completamente locos!

1. Estimula cuerpo, mente y espíritu

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Para estimular los sentidos de nuestra pareja deberemos tener en cuenta tanto su mente como su cuerpo e incluso su espíritu. Una persona puede tener un orgasmo sin siquiera tocarla, únicamente con imágenes excitantes paseando por su mente que la evoquen a dejarse arrastrar por los sentidos. Sobretodo cuando nos preocupamos por generar una conexión empática que nos haga sentirnos conectados.

Como todos sabemos, la mente es el principal órgano sexual. Una caricia al mismo tiempo que susurramos algo al oído de nuestra pareja puede estremecer su cuerpo y dejarla caer hacia los más profundos sentidos del placer. Sin embargo, esa caricia no sería lo mismo sin ese susurro provocador. No es lo mismo hacer el amor que hacerlo mientras tratamos de seducirnos el uno al otro. En lo que también hay que tener en cuenta qué sentimos y qué estamos transmitiendo con ello.

Por tanto, como primer paso: deja de pensar en que el sexo va de qué se hace para empezar a pensar en qué se hace, qué se dice, qué se siente y qué se transmite.

2. Los preliminares también son sexo

¿Vamos directamente al grano? ¡Sin preliminares te lo diré! Si no usas preliminares o tiendes a saltártelos, hacer el amor se verá más como algo que te interesa para desahogarte que como lo que la propia expresión en sí da a entender.

Siempre que he impartido un curso sobre seducción le he dicho lo mismo a todos los alumnos: el sexo como un simple desahogo para mi no merece la pena. Y en esto seguro que la mayoría de las mujeres están de acuerdo conmigo.

Son los preliminares de la seducción los que nos encarrilan hacia la liberación de un deseo incontenible. Unos preliminares que para que el acto sexual alcance todo su clímax (a ser posible, de forma repetida) necesita de esa estimulación seductora de forma constante. Pudiendo esta conseguirse aprendiendo a generar tensión sexual con nuestros gestos, insinuaciones y lenguajes de doble sentido.

Tengamos en cuenta además que la mayor parte de las mujeres tienen muchos problemas para llegar al orgasmo solo con la penetración. Un sexo placentero y duradero necesita de la variedad y de una estimulación constante de nuestro cuerpo, sentidos y emociones. No podemos limitarnos únicamente a lo físico y esperar que así se sucedan los orgasmos unos tras otros.

Por otro lado, incorporar el enfoque de la seducción a la hora de hacer el amor nos aporta otros beneficios como:

  • Aumento del deseo, humedad de la mujer y erección del hombre.
  • Mayor duración del acto sexual al ser considerado como un proceso placentero y entretenido cargado de estímulos constantes.
  • Liberación de inseguridades en hombres con tendencia a la eyaculación precoz, ya que su foco de atención pasa de mirar hacia sus miedos a concentrarse en seducir. Provocando este cambio de enfoque que nuestra mente no deje espacio en sus pensamientos a esos temores que los acaban convirtiendo en realidad.

3. Hacer el amor no se propone, se provoca

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– Cariño, ¿vamos a tener sexo esta noche?

– Es que no me apetece mucho, me duele un poco la cabeza.

Hacer el amor no es firmar un contrato. ¿Lo hacemos? Venga vale, o… mejor no, no me apetece. ¿Eso qué coño es?

Dicen algunos que la confianza da asco, pero el problema no es la confianza. El problema es que abandonamos el camino de la seducción y empezamos a ver las relaciones sentimentales como si fuesen relaciones laborales.

A menudo nuestros comportamientos sociales se vuelven tan racional que a veces no somos capaces de distinguir a nuestro compañero de trabajo de nuestro compañero/a sexual. Olvidándonos de excitar con nuestras palabras en un uso del lenguaje que combine sexualidad y romanticismo.

¿Te queda mucho para terminar con tu informe? ¿Te queda mucho para correrte? Por amor del cielo. Si quieres que tu pareja llegue a un orgasmo y a otro y a otro, estimula sus sentidos hasta el punto de que no pueda resistirse ni un segundo más sin soltar toda la energía que lleva dentro y desplomarse sobre ti. ¡Eso es seducción! No se propone, se estimula y sucede.

En definitiva, nunca hay que abandonar el juego. Un buen ejemplo lo tenemos en los relatos eróticos. Nadie los leería si solo narraran un aquí te pillo aquí te mato. Sus páginas deben estar cargadas de provocaciones, conversaciones interesantes, aventuras e insinuaciones sexuales que nos mantengan en vilo. Siendo el sexo consecuencia de todos esos estímulos incesantes. Y lo mismo que nos excita en la literatura, podemos utilizarlo en nuestras propias vidas para darles un impulso de emoción.

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4. No existe una meta

¿Por qué quieres hacer mejor el amor? Contesta a esta pregunta.

¿Ya? Si la respuesta es que quieres conseguir más orgasmos en tu chica (esto si eres chico claro), de nuevo estamos mal encaminados. Los orgasmos deben ser una consecuencia de un disfrute y una pasión tan intensa que necesitan ser liberados.

Deberás olvidarte del orgasmo y concentrarte en la estimulación de los sentidos en cada momento.

¡Tener un orgasmo no es un objetivo, es una consecuencia!

A muchas chicas les sucede que están tan pendientes de correrse (seguramente porque han tenido dificultades en el pasado, o porque el chico las ha presionado) que están continuamente pensando en llegar y su mente se lo impide. Provocando esta tensión una desviación del estado de flujo que nos hace disfrutar de hacer el amor, para acabar provocando aquello que no queríamos que sucediera: quedarnos a las puertas.

5. La felicidad y el gozo son contagiosos

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¡Es imposible hacer gozar a otra persona sin disfrutar primero uno mismo! Uno de los mayores errores que se cometen en las relaciones sexuales es el de mantener una atención con altas dosis de inseguridad en que la otra persona disfrute, mientras nos cohibimos a que nosotros mismos disfrutemos del proceso.

Para hacer que otra persona disfrute del sexo con nosotros lo primero que tenemos hacer es dar ejemplo de ello.

Una de las cosas que más nos excitan en la cama es ver disfrutar a nuestra pareja. Esto hace que nosotros nos relajemos y disfrutemos más del proceso. Y si estamos continuamente pensativos y preocupados sobre si la otra persona está disfrutando o no, sólo conseguiremos lo opuesto. Contagiándose así nuestras dudas.

Por otro lado, si la otra persona detecta que “nos estamos sacrificando” para hacerla disfrutar, su excitación caerá en picado. La clave está en relajarte y disfrutar al máximo del placer que el sexo nos da para que la otra persona se contagie.

No me preguntes si soy feliz, sólo demuéstrame que tú lo eres conmigo.

6. Sé consciente de tus actos y olvídate de todo lo demás

La mayoría de las veces los seres humanos funcionamos en piloto automático. Si estás acostumbrado a ir a un lugar por un camino, intenta cambiar esa rutina y comienza a ir por un camino diferente. Seguramente te pasará que sin darte cuenta tengas que dar la vuelta por pillarte distraído, pues automáticamente habrás ido por el camino al que estabas acostumbrado. Eso es lo que nos pasa cuando no somos conscientes de lo que hacemos.

De igual modo cuando hacemos el amor este hecho nos puede hacer incurrir en una pérdida de sensibilidad. Sería algo así como comer sin saborear, o tocar a alguien sin sentir nada por él. Lo hacemos, pero no lo estamos ahí realmente.

En el plano sexual tenemos que dejar nuestros pensamientos a un lado y concentrarnos en los estímulos que percibimos. Esto es lo que defienden las teorías del Tantra. Debemos adentrarnos totalmente de forma que no solo hagamos el amor, sino que nos convirtamos en la energía que le da forma.

El roce entre los cuerpos, cada caricia, cada mirada, cada sonrisa, cada gesto… Si somos conscientes de cada una de estas acciones y nos mostramos sensibles a las sensaciones que nos generan, el sexo se vuelve un acto de realización espiritual, como una meditación que te conecta con el todo.

Por tanto, olvídate de repasar la lista de la compra,  de lo chulo que está el último modelo de la casa Ferrari, o de los problemas que has tenido recientemente con tu jefe y céntrate en la magia del momento sexual. Como si fuese un momento sanador en el que desconectas de todo para entrar en las profundidades de la energía sexual.

Al comer o al beber, vuélvete el sabor de la comida, satisfácete.
(Tantra, Quinto sutra)

7. El mayor pecado es la represión

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A lo largo de miles de años al ser humano se le ha dado a pensar que el sexo es pecado. Hay personas que reciben presión desde sus familias o círculos cercanos o religiosos que condenan el sexo como acto de placer y gozo. Estas corrientes religiosas que condenan el sexo como acto de “deleite pecador” siempre han promovido el sacrificio como vía espiritual.

El sexo no es malo ni pecaminoso, somos las personas quienes lo miramos de una perspectiva o de otra. El sexo es parte de nuestra naturaleza. Y dicho sea de paso, una de las partes más bellas, pues es la que nos da la vida. En la actualidad ya apenas condenamos el sexo abiertamente, aunque inconscientemente la cosa no está tan clara.

El sexo es un acto de gran belleza que la vida nos ofrece que nos pueden llevar hacia una verdadera unión espiritual con otra persona. Es responsabilidad de cada uno de nosotros el desprendernos de los condicionamientos pasados que no son beneficiosos para nuestro bienestar y forma de vida. de cara a poder disfrutar y dejarnos llevar cada vez más cuando hagamos en amor.

Para ello te recomiendo que leas algún libro sobre Tantra, un filosofía realmente fascinante. De los que he leído a mi el que más me ha gustado es este: Tantra: Espiritualidad y sexo, de OSHO.

8. Evita ejercer presión “lógica” sobre tu pareja

Antes de iniciar el acto sexual deberemos tener en cuenta el estado de ánimo de nuestra pareja. Puede que a nosotros nos apetezca mucho hacerlo, y como vimos en un consejo anterior, en lugar de proponerlo, lo estimulemos.

No obstante habrá situaciones en las que ni siquiera provocando los deseos de la otra persona mediante la seducción, consigamos un estado anímico proclive para el acto sexual. En este caso es recomendable aceptarlo y dejarlo pasar antes de ejercer una presión excesiva, ya que si la otra persona detecta que sólo la provocamos para satisfacer nuestros intereses en ese momento, podemos resultar egoístas y hacer que el deseo sexual disminuya tanto para ese como para futuros encuentros sexuales.

Es importante que hacer el amor sea para un pareja un acto se de desencadena de un disfrute mutuo, no como una explotación de los cuerpos en los momentos que lo demanden.

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La libertad de experimentar el goce sexual es un derecho que te da la naturaleza. Disfruta del sexo en todos sus exponentes. ¡No te reprimas! ¡Haz volar a la otra persona! Experimenta y haz que el mundo se desvanezca a vuestro alrededor. Con respeto, amor y gratitud por cada sensación.
#wearebrave #captivatesensations

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David Belmonte
David Belmonte
David Belmonte está considerado como el autor de habla hispana más innovador en el área de las habilidades comunicativas aplicadas a las relaciones sociales y la seducción. Convirtiéndose en un referente sobre comunicación en España y Latinoamérica.Es Graduado en Marketing por la Universidad de Murcia, Máster en Inteligencia Emocional y Mindfulness por la Universidad de Valencia, Experto Creativo por la Universidad San Jorge y MBA.

4 comments

  • ME ENCANTA, DAVID….TU FILOSOFIA Y TU ENTREGA EN TODO LO QUE HACES….PERO EN LO QUE MÁS, EN TU ENORME CAPACIDAD DE SEDUCCIÓN Y ENERGIA SENSUAL Y SEXUAL QUE EMITES…..QUE MARAVILLA DE PERSONA Y DE HOMBRE ERES¡¡¡…AUNQUE SÉ QUE LO SABES…SÓLO DE ESTA FORMA PUEDES LLEGAR A ACARICIAR EL ALMA DE LAS PERSONAS…COMO TÚ LO HACES…GRACIAS POR ESTE ARTICULO…QUE HA PROVOCADO MUCHA VIDA EN MI….

  • Fenomenal artículo David! Me ha encantado y lo he disfrutado. Osho me fascina, pero este ebook que recomiendas aún no lo he leído, así que apuntado ;).
    Abrazo!

    1. Gracias Luz, no olvides ponerlo en práctica 😉 Y por supuesto habrá más artículos como este. De hecho este es una base ya que como habrás podido ver en él enlazo a otros tantos artículos, ya que para hacer el amor como aquí indico también tenemos que tener nuestras habilidades para la seducción a tono jajaja. Aunque seguro que el que se anime mejorar y probar cosas nuevas en todo esto se divierte mucho 😛 Un abrazo desde España!!

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