Me encanta ligar en discotecas, no te voy a engañar. Lo he hecho muchísimas veces, he enseñado a cientos de alumnos a hacerlo y a mi parecer, creo que no existe nada más divertido. Ni la PS5 le hace competencia.
¿A quién no le encanta respirar esa atmósfera tan seductora con todos sus ingredientes de baile, tensión sexual y moda? Bajo el revuelo de una suma incesante de miradas imprevistas aquí y allá, discotecas, pubs, bares… son el ambiente rey de la seducción.
Es curioso como a algunos de mis alumnos no les gustaba salir de discotecas y tras aprender a ligar, les han acabado encantado mientras decía: claro, ahora sí me lo paso bien, que pena no saber todo esto antes.
Ahí está la clave, para disfrutar ese ambiente hay que saber cómo socializar en el o corres el riesgo de pasar la noche con una copa en la mano mirando a unos amigos que siempre hablan de lo mismo o ni lo hacen. ¡Eso se acabó!
Cómo empezar una conversación en bares y discotecas
Van aflorando los nervios… Alguien nos gusta y quizá tras una copa o dos, sentimos su efecto embriagador y queramos lanzarnos a decirle algo a esa chica / chico que nos gusta. ¿Pero qué le decimos? ¿Cómo acercarnos para dar una buena primera impresión? ¿Qué respondemos si nos rechaza y nos manda a orbitar a cualquier otro sitio lejos de ella?
La frase de entrada es importante, pero…
Mucha gente se pone nerviosa buscando esas palabras mágicas que hagan que el otro se derrita a sus pies nada más escucharlas; lo que a menudo es una pérdida de tiempo y energía.
Lo más relevante al empezar una conversación en un discoteca no es lo primero que decimos, sino lo primero que proyectamos y la energía emocional que contagiamos.
Esa energía se proyecta no solo a través de la primera frase, sino desde nuestro lenguaje no verbal y de las frases posteriores. Es decir, lo que vamos diciendo después de entrar. Por tanto lo primero que tenemos que preguntarnos es: ¿qué queremos contagiar? Porque a partir de ahí se desarrollará todo lo demás, y lo que quieres contagiar debe estar alienado a lo que sientes o percibes que la otra persona quiere.
Ejemplos de entrada al estilo, ¿Conoces a Ted?
—¿Conocéis a mi amigo David? —espeta uno de mis colegas justo antes de empujarme sin previo aviso a un grupo de chicas que bailaban a nuestro lado.
No pudiendo evitar reírme y poner algo nervioso.
—Lo siento chicas por esta intromisión, al parecer mi amigo Angel se ha propuesto matarme de vergüenza esta noche.
—¡Jajaja! No te preocupes, a nosotras también nos gusta hacer pasar vergüenza a alguna del grupo de vez en cuando.
—¿O sea que también sois un poco traviesas no? Ya decía yo que tenías cara de pillas, sobre todo tú que tienes cara de ser la peor de todas.
—Qué va, si yo soy la más buena —contesta la aludida con una clara ironía.
Tienes que mostrarte juguetón, a las discotecas vamos a divertirnos. Y si te pones un poco nervioso, mejor. Eso lo hace más auténtico.
Concéntrate en cubrir necesidades emocionales
En el ejemplo del apartado anterior hemos visto el poder del sentido del humor dándonos sus tan fructíferos beneficios. Percatándonos de que no es tan importante el texto con el que empezamos nuestras conversaciones como la actitud que proyectamos al hablar.
Lo que conseguimos en ese ejemplo fue divertir a nuestra audiencia; lo que sin duda es un gran comienzo para hacernos sentir deseables.
Está demostrado que a través de las neuronas espejo contagiamos lo que sentimos. Si sentimos miedo, inseguridades, o segundas intenciones, eso es lo que contagiamos. Pero ojo, que no siempre es malo, dependerá del contexto. Muchas veces proyectar cierta vulnerabilidad es muy atractivo…
Por normal general tenemos que sentir que nos vamos comer el mundo con una sonrisa. Así no nos faltarán comensales que nos acompañen a la mesa.
En nuestra guía El don de la labia ya vimos un modelo de comunicación emocional basado en esos 5 ingredientes que nos ayudan a seducir cubriendo cualquier necesidad adaptándonos a cualquier contexto.
Aprendemos a usarlo para empezar conversaciones en discotecas:
Ejemplo empezando una conversación cualificando
—Tienes que llevar cuidado tú y tu espejito mágico. Ha sido verte vestida con ese look rockero tan sexy que no he podido evitar acercarme a hablar contigo —espeto dejando ver la atracción sexual que me despierta—. Lo cual implica ciertos riesgos.
—Si que tienes poca capacidad de control —contesta con serenidad.
—Sí, de hecho creo que aunque el mismísimo Lucifer me lo hubiese prohibido amenazándome con una eternidad de pinchos oxidados y fuegos ardientes, hubiese buscando la forma de estafarle y venir a hablar contigo.
—Ja, ja. ¿De donde has salido tú?
—Eso todavía es un misterio, pero lo importante es hacia donde vamos. Quién sabe, podríamos ganarnos juntos las puertas del cielo.
Otro ejemplo de frase de entrada cualificando: Hola. Verás estaba allí con mis amigos y no he podido evitar fijarme en ti. Pareces una chica muy alegre y enérgica. Se te ve llena de vida.
Ejemplo buscando crear una conexión emocional
—Me encantan tus gestos, ¿sabes? Me recuerdan a esas niñas pequeñas que siempre tienen alguna trastada preparada pero que hagan lo que hagan, se lo acabas perdonando todo.
—No sé si eso es bueno o malo —contesta con una media sonrisa.
—¿Sacar el lado más tierno de la gente y a la vez tener tu toque travieso? Créeme, no hay nada mejor. De hecho una vez cuando era niño…
Aquí continuaríamos contándole una experiencia breve de nuestra infancia en la que tras hacer alguna trastada, poner cara de buenos nos sacó las castañas del fuego. Y es que como ya sabrás, contar historias de la infancia ayuda mucho a generar conexión emocional.
Otro ejemplo de frase de entrada con conexión emocional o romántica: Hola, llevo un ratito observándote y no sé porque pero no puedo dejar de hacerlo (risas). No sé qué clase de droga le estás proporcionando a mis ojos… ¿Me lo puedes explicar?
Ejemplo generando tensión sexual
—Tienes que echarme una mano. ¿Crees que estaría bien que intentara seducirte preguntándote qué significado tienen tus tatuajes, o me recomiendas alguna otra forma? Estoy abierto a sugerencias.
—Lo siento, pero ahora mismo no me interesa conocer a nadie —espeta sin ser demasiado agresiva.
—Perfecto, como a mi me gusta dármelas de espiritual, podemos hacer una cosa. Voy a hacer como que no soy nada ni nadie, y te voy a decir lo que significa para mi ese tatuaje de un delfín saltando entre rosas.
—Mmmm, vale pero solo porque tengo curiosidad —contesta esta vez abriendo una leve sonrisa.
—Tal y como yo lo veo, la vida está llena de cosas bellas pero a su vez, cargadas de espinas. Como esas rosas y como tú —musito con sensualidad—. Pero si nos movemos por la vida dando alegres saltos como hace el delfín, descubrimos que son precisamente las espinas las que hacen que la aventura sea los suficientemente emocionante como para merecer la pena.
—No está mal, la verdad —espeta mostrándose cada vez más cautivada.
—Lo importante es no aburrirse. Algo que hago a la perfección cada vez que miro tus labios, dicho sea de paso —susurro con un leve sonrisa mientras estoy cada vez más cerca de ella.
Otros ejemplo de frase de entrada sexualizando: ¿Puedes dejar de bailar tan increíblemente sexy por favor? Sé que no voy a poder dejar de mirarte y si sigues bailando así me va a costar mucho controlar mis impulsos.
El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.
Johann Wolfgang Goethe.
Saber cómo iniciar una conversación para seducir puede llegar a convertirse en todo un arte. Puedes utilizar este modelo o optar por el típico: ¿Venís mucho por aquí, de donde sois? He visto a alumnos superar el miedo a iniciar una conversación en una discoteca diciendo cualquier cosa. Yo mismo he recurrido a cosas convencionales en muchas ocasiones. ¿Por qué? Porque ser creativo es muy bueno para evitar un primer rechazo, pero en muchas ocasiones si el ambiente es propicio y transmitimos buen rollo, no nos rechazan.
Por tanto lo más importante es dar ese paso para iniciar la conversación y a partir de ahí, ir despertando esa creatividad seductora poco a poco. Así lo he reflejado en mis relatos de seducción donde encontrarás muchos ejemplos.
Factores que influyen al ligar en discotecas
Entorno de alta competencia
Seamos realistas, ligar en una discoteca implica enfrentarnos a una competencia que puede ser feroz. Sobre todo entre los chicos, ya que si una chica atractiva te rechaza, probablemente no tenga que esperar demasiado hasta que otro chico vuelva a intentarlo.
Esto es algo que a menudo no nos va a favorecer y que es vital tener en cuenta para que consigamos comunicarnos de una forma inteligente.
Lo primero de todo, principalmente para evitar desánimos, es aceptar que nos van a rechazar y aprender a responder a un rechazo con humor. Gracias a la aceptación podemos liberarnos de presiones e inseguridades y dotar a nuestra mente de un mayor control de la situación.
Por tanto es importante enfocarnos en contar con soluciones proactivas a esas negativas en lugar de intentar evitarlas, ya que el miedo, cuanto más huyes de el, más grande se hace.
Ese intento de evitar hacer frente a tus miedos podría cohibir los rasgos más atractivos de tu personalidad. Veremos que aunque seamos rechazados, podemos seguir jugando de manera que hagamos de ese rechazo algo meramente transitorio.
La importancia de la primera imagen
En ambientes de fiesta la imagen cuenta y mucho. Tanto nuestro lenguaje no verbal, aquello que hacemos, las actitudes que proyectamos, como la ropa que llevamos, ya hablan de nosotros incluso antes de decir nada.
Mentalmente tendemos a categorizar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor. Todos lo hacemos. Abriendo la puerta hacia las personas que percibimos afines o a aquellas que nos llaman la atención, y cerrándolas a aquellos que en un primer momento no nos atraen.
Por ejemplo, no es lo mismo ir a una discoteca donde ponen música rock y la gente suele llevar looks casuales, que a una discoteca de moda donde los asistentes van vestidos de forma elegante.
Es de vital importancia adaptarnos al contexto en el que nos vamos a encontrar, pero sin perder esos detalles que identifican qué nos gusta y que dicen algo de nosotros.
Coherencia
Un chico que mida 1,70 cm por muy guapo e ingenioso que sea es obvio que lo va a tener muy complicado para ligar con una chica de 1,85 cm. Podrá hacerlo, sí. Todos lo hemos visto, pero intentemos ser coherentes e intentar seducir a las personas más afines tanto a nivel físico como psicológico.
Tengo amigos que consiguen ligar con chicas muchísimo más guapas que ellos e incluso mucho más altas, no digo que no se pueda. Yo lo he hecho muchas veces. No obstante, las posibilidades de éxito son menores que si encuentras a chicas más acordes a ti y con las que te puedas sentir más cómodo. Sobre todo si no tienes experiencia a la hora de ligar en discotecas.
¿Me estás diciendo que hable con chicas o chicos que no me gusten? No. El modus operandi es que te abras a socializar con todo el mundo y realmente intentes seducir solo a aquellas personas que realmente te gusten y sientes que cuadran para ti.
5 Claves para ligar en discotecas
Veamos ahora algunos consejos que nos ayudarán a contar con más posibilidades de triunfar.
Evita en lo posible los grupos de dos
Difícilmente una chica dejará sola a su amiga por irse con un chico, o un chico a su amigo por largarse con una chica (aunque se ha visto de todo).
De forma que para tener éxito en este tipo de grupos vas a necesitar de un amigo que entretenga a la otra persona o hablar con las dos a la vez.
No obstante, muchas veces verás que incluso yendo en grupos duales se muestran muy receptivas. No subestimes los grupos de dos, pero en estas ocasiones procura que ninguna de las dos se acabe quedando sola y descolgada. Ya que por más que le estés gustando a una de ellas, es poco frecuente que la vaya a dejar abandonada a su suerte.
Intenta hacer contacto visual con la chica antes de hablar con ella
Ligando en discotecas en muchos casos las chicas pueden sentirse un poco intimidadas y pillarles a contrapié que de repente un tío aparezca y le diga de bailar o conocerse, por eso tienden a rechazarlo. Para ligar en discotecas el juego empieza antes. Si consigues que se percate de tu presencia con el contacto visual antes de abrir aumentaran tus posibilidades de éxito. Ya sabemos que el lenguaje no verbal es muy importante en las discotecas. Por tanto, si trabajas tu mirada y tu lenguaje no verbal de una manera activa y vas fluyendo, al final lograrás que tu presencia se imponga sobre los demás.
No te cohíbas y aprende a ser directo
Evita caer en la trampa de que piensen que estamos ocultando nuestras verdaderas intenciones. En las discotecas el juego se intensifica. Muchas chicas van a conocer chicos y los chicos van a conocer chicas.
La sinceridad es uno de los rasgos más atractivos que existen, si lo estás haciendo, no te esfuerces en ocultarlo. Una actitud valiente y natural es muy atractiva.
Ejemplo 1:
—¿Qué vienes a intentar ligar conmigo?
—Por supuesto, eres preciosa y nunca me perdonaría el no intentarlo. Además me encanta que seas tan directa, se nota que tienes personalidad.
—Sí, conmigo vas a tener muchos dolores de cabeza.
—No me lo imaginaría mejor de otra manera. De hecho yo pienso que la gente que suele quejar mucho de sus problemas cuando a menudo son la salsa de la vida y sin ellos nos aburriríamos (bla, bla, bla, continuamos la conversación).
Ejemplo 2:
—No me gusta ligar con chicos en discotecas.
—Perfecto, entonces vamos a imaginarnos que no estamos ligando y que solo vamos a ser amigos.
—Sí pero en realidad si estás ligando.
—A ver, todavía estamos descubriendo cuánto nos podemos llegar a gustar, pero no te quepa duda de que si me vuelves loco, no tendré reparo en hacerlo.
Haz propuestas en lugar de preguntas cerradas
Si le preguntas a alguien si quiere bailar y esa persona no te conoce absolutamente de nada, lo más seguro es que te estampen un \»NO\» aunque físicamente les gustes. Y si preguntas si te quiere conocer, la respuesta será la misma.
No puedes pedir nada que comprometa, hay que proponer con gracia, ya que sin tiempo para analizar y decidir, la respuesta menos arriesgada siempre es quedarse igual. Osease, el \»no\».
En lugar de eso asume confianza y ve proponiendo:
—Tienes pinta de buena bailarina y de que me vas a enseñar mucho.
—Si quieres vamos a pedir algo y te prometo que en 5 minutos te devuelvo con tus amigas/os.
—Está claro que eres un chico divertido/a, pero ¿besar qué tal se teda?
—Ahora es cuando me invitas a tu casa y yo hago como que me lo pienso.
—¿Qué te parece si nos sentamos? Los pies me están matando. ¡Ven!
—Voy a afuera a descansar los oídos, vente y hablamos más tranquilamente.
Aprende a gestionar el rechazo
La gestión del rechazo es aquello que decimos y hacemos para ganar espacio temporal o producir un avance.
Cuando hablamos de ganar espacio nos referimos, tal y como si fuera un proceso de negociación, a conseguir más tiempo en esa interacción o la oportunidad de seguir avanzando.
Si por ejemplo una chica nos rechaza diciendo que ha venido a bailar con sus amigas, la gestión de ese rechazo nos ayudará a ganar tiempo.
—No te preocupes, conocer gente está sobrevalorado. Yo bailaría también pero no quiero que me echen a una fosa de tiburones, pirañas y hombres lobo.
—Ja, ja, ja. Hombre no creo que bailes tan mal ni que te vayan a hacer eso.
—Nunca te puedes fiar, excepto de ojitos como los tuyos claro. Ese brillo transmite naturalidad y ganas de armarla, y de eso yo siempre me fío.
Puedes aprender a gestionar el rechazo de dos formas a nivel emocional, con tensión sexual o con sentido del humor.
Para ligar en discotecas esta gestión del rechazo es quizá lo más importante para tener éxito, ya que si conseguimos gestionar los rechazos de forma eficaz, no tendremos miedo a cometer errores, pues sabremos darle la vuelta a la tortilla. Lo cual disparará nuestra creatividad natural para la conversación.
Si quieres entrenar esta habilidad y muchas más, puedes hacerlo en nuestros cursos de seducción o echarle un vistazo a estos artículos:
Para finalizar, rompamos algunos tópicos…
¿Se puede conocer a alguien especial en una discoteca?
En mi trayectoria como coach he conocido tanto a chicos como a chicas que no se sentían muy cómodos ligando en estos ambientes bajo la creencias de que en ellos no conocerían a ese amor de su vida que tanto anhelaban.
Son muchos lo que caen en este tópico que para mi es totalmente descabellado, pues ¿quién a día de hoy no ha ido a discotecas con relativa frecuencia?
En mi caso la mayoría de las relaciones que he tenido han sido fruto de conocer a chicas en dicho ambiente. Chicas que posteriormente pudieron convertirse en aventuras pasajeras de rollos rápidos pero también relaciones largas.
¿Se puede conectar emocionalmente en estos ambientes?
A raíz del tópico anterior surge otro que he visto cobrar fuerza por la incapacidad de mucha gente de crear conexiones emocionales intensas. Defendiendo la endeble hipótesis de que ligando en discotecas no se puede conectar emocionalmente y amparando sus argumentos en las limitaciones por el volumen de la música, en que cada cual va a su bola, etc, etc.
El que solo busca limitaciones las encuentra por todas partes. Ahí afuera y en lo más profundo de su propio ser. Es la búsqueda de lo positivo; de la imprevisible belleza escondida en las profundidades del momento lo que nos potencia. Y con todo ese poder, acabamos encontrando fortalezas donde otros solo ven motivos para retraerse.
#wearebrave
En resumen: excusas que surgen de mirar hacia las limitaciones del contexto en lugar de pensar en cómo hacer las cosas mejor para convertir esas limitaciones en fortalezas para uno mismo.
Sé puede conectar emocionalmente en una discoteca si se sabe hablar emocionalmente, uno se puede enamorar, encontrar pareja, y lo que se quiera. Evita las excusas y lánzate a ser una persona más creativa, ahí es donde aparecen todas las respuestas.
#vivecreativamente
Sé un amante de la aventura. Amante de aquellas experiencias que no podemos describir con palabras y suponen un reto para la propia poesía interior. Aventurándonos hacia los descontroles del mundo. Sintiendo que llevamos el amor incandescente en un bolsillo y una sonrisa traviesa en el otro. Abiertos hacia la rebeldía que fundamenta nuestro instinto creativo.