Cómo elogiar con eficacia: Guía con ejemplos, claves y frases

Cómo elogiar con eficacia: Guía con ejemplos, claves y frases

Elogiar eficazmente consiste en apreciar, valorar y comunicar de forma positiva las cualidades tanto físicas como psicológicas de otra persona. Algo imprescindible para seducir y enamorar a cualquier hombre o mujer que deseemos, ya sea al conocer a alguien nuevo o seduciendo a nuestra pareja.

Y es que a todos nos gusta recibir un dulce de vez en cuando. Aunque… No es tan fácil como parece:

Hacer buenos halagos requiere de concentración, observación y consciencia para conseguir apreciar esas cualidades que la otra persona realmente valora de sí misma o descubrirle nuevas que desconocía. Siendo este tipo de elogios los que más impacto emocional causan.

A su vez, es muy importante saber hacer uso de la comunicación emocional para que nuestros elogios se alejen de lo convencional y queden integrados de forma natural y atractiva en nuestras conversaciones.

Lo más importante será que vayamos diciendo lo que nos gusta de la otra persona a lo largo del tiempo. Poco a poco, conforme identifiquemos cualidades apreciables. Mientras que a su vez podemos ir hablando de nosotros mismos.

Claves para elogiar con eficacia

decir lo que te gusta de el o ella

Se puede elogiar a todo el mundo

Pese a que en este artículo nos basaremos en ver ejemplos más enfocados al ámbito de la seducción, es importante que nos acostumbremos a elogiar sutilmente a todas las personas que nos rodean. Ya que si hacemos sentir bien a la gente que está a nuestro alrededor, sin duda obtendremos grandes y numerosos beneficios de ello.

No olvides tener esto siempre en cuenta, pues como digo siempre, seducción es en su mayoría comunicación. Por lo que si nos acostumbramos a comunicarnos seductoramente con todo el mundo, no tendremos que fingir ni forzarnos ante una persona que verdaderamente nos guste.

Para seducirnos tenemos que sentirnos valorados

Elogiar responde a una necesidad básica que tenemos todos los seres humanos para enamorarnos y sentirnos seducidos. Aunque recientemente se ha descubierto que incluso algunos marcianos del planeta Marte, también responden de forma similar.

Esta necesidad es la de:
Sentirnos valorados, apreciados y apoyados.

Durante este artículo veremos varios ejemplos y frases de elogios enfocados a seducir y enamorar conforme vayamos desarrollando lo más teórico. Estos ejemplo formarán parte de trozos de conversaciones y durante ellos busco invitarte a que reflexiones según lo explicado previamente para que lo asimiles todo a la perfección. Vayamos con el primero:

—Desde pequeño siempre quise ser abogado, y aunque ha sido un camino duro, ahora me siento muy orgulloso de tener mi propio despacho. Conseguí hacer mi sueño realidad.
—Vamos, que eres de esa clase de hombres que nunca se rinden. ¿Te das cuenta de que ahora me pareces todavía más sexy?
—Algo me ha parecido ver en tus ojos mientras te lo contaba, pero pensaba que eran imaginaciones mías. A veces me perturban un poco y no sé muy bien que quieren decirme.

Podemos elogiar, pero también hablar de nosotros mismos

Un proceso de cualificación cuenta de dos fases. Una es la de decirle a la otra persona lo que nos gusta de ella lanzándole cumplidos, y la otra es hablar de lo que nos gusta de nosotros mismos.

Ambas son muy importantes, ya que cómo hablemos de nosotros mismos le indicará a la otra persona cuales son nuestros intereses, objetivos y creencias. Y según sean estos más o menos atractivos, o según como los comuniquemos, nuestro poder de seducción aumentará o disminuirá. Veamos un ejemplo extraído de mi libro Despierta belleza.

Ejemplo

—Algunos opinan que es mejor pensar bien las cosas antes de hacerlas. Puede que tú también pienses así. Pero a mí me gusta el riesgo. Me gusta ser impulsivo. Hacer lo que creo y me apetece hacer cuanto antes. Sin pensarlo demasiado. Lanzarme al precipicio y que sea lo que tenga que ser.

Sé que tengo una filosofía poco convencional, pero no temo exponerla. Si le gusto que sea por quien realmente soy, no por lo que quiera oír.

—Sí, se te nota esa libertad mental en tu forma de expresarte. Pero así puedes llevarte muchos golpes en la vida, ¿no? —pregunta con curiosidad mientras juega con su largo pelo rubio.

Creo que me acabo de morder el labio sin querer. Pero bueno, no importa. No tengo ninguna necesidad en ocultar que la deseo. Mi cuerpo es sabio para mostrar lo que quiere.

—Lo sé, pero al darme esos golpes no siento culpa alguna. Siento pasión. ¡He sido yo en ese momento!  —respondo entusiasmado—. Además, ¿acaso los que intentan controlarlo todo no se llevan golpes? Por más que los intentemos evitar, algunos porrazos siempre nos llevamos. Y sin ellos, nunca aprendemos.

—Sí, todos sufrimos caídas. Más yo que siempre llevo algún moratón por ahí por descuidada —exclama con una risa traviesa que me invade—. De todas formas, habrá unos límites a esa valentía ¿no?

—¡Claro! A ver si vas a pensar que soy un loco —contesto entre risas.

—No pienso que estés loco. Me resulta muy interesante todo lo que me dices. Pareces un chico que ama la vida intensamente. Tanto a las duras como a las maduras. Me gusta eso de ti.

—Gracias, no todo el mundo lo valora.

—Yo sí, y créeme que aunque yo pueda parecer más reservada y me piense bien las cosas antes de hacerlas, cuando toca dejarse llevar, no me arrastra la corriente. Me vuelvo la corriente misma —concluye como el juez que dicta sentencia con su mazo.

Traviesa, risueña, seria y cañera… no me deja ver que tenga un pelo rubio de tonta. Siendo yo el que se vuelve cada vez más tontito.

—¡Hum! Ahora tengo curiosidad. Quiero ver cómo te vuelves esa corriente fluyendo conmigo.

—No esperaría menos de ti, pero en mi caso la vida me ha enseñado que lo auténtico y real llega siempre con un poco de paciencia. Así que todavía tendrás que trabajártelo mucho para eso —dictamina con una sensualidad que me lo confirma.

Me confirma que esta chica tiene una fuerte personalidad propia. Al igual que yo, no me dice lo que quiero oír, sino lo que verdaderamente piensa. Y sin duda eso me hace verla todavía más atractiva.

Cada elogio tiene un objetivo distinto

Para decirle a una persona que nos gusta realizando elogios indirectos, tenemos que elegir qué rasgos vamos a elogiar. Estos rasgos pueden ser:

  • Rasgos físicos: cuerpo, ojos, pelo, nariz, orejas, manos, brazos, piernas, etc.
  • Rasgos de la personalidad: actitudes, habilidades, formas de pensar, etc

Miente el elogio de los rasgos físicos damos una dirección más sexual diciéndole qué nos atrae físicamente de él o de ella. Por lo que este tipo de elogio es el más propicio cuando queremos encauzar las cosas hacia un destino sexual. Aunque cuidado, eso no significa que solo elogiando lo físico se consiga sexo si es lo que quieres.

Los rasgos de la personalidad tienen una dirección más emocional. Comunicamos lo que nos interesa de su forma de ser. La hacemos sentir valorada por lo que realmente es y que seguramente le haya costado un trabajo desarrollar.

Cómo elogiar lo que nos gusta de su físico

decir lo que te gusta de su físico

Piensa en cómo lo utiliza, qué te genera y qué te hace recordar

El mayor error de la gran mayoría de la gente es el de lanzar piropos o halagos indiscriminados sobre el físico totalmente comunes y muy poco justificados. Por tanto, el impacto es casi nulo.

A una chica quizá le hayan dicho que tiene los ojos bonitos más veces que años tiene el sistema solar. Por tanto, que le digamos una vez más que tienes unos ojos muy bonitos no la va a dejar estupefacta que digamos. Sin embargo, podemos decirle que nos hacen sentir o recordar esos ojos, o enfocarnos en elogiar cómo utiliza esos ojos: su mirada.

—Tus ojos me recuerdan a la profundidad del océano.
—¿Y eso?
—Pues por un lado me dan cierto miedo, como la inmensidad del océano. Y por el otro, me parecen inmensamente bellos.

—Deja de mirarme de esa forma. Me pones nervioso…
—¿Qué dices? ¿Cómo te estoy mirando?
—Pues… no sabría describirlo. Pero me siento como si me fueses a atrapar en ellos sin darme demasiada opción a resistencia. Y por voluntad propia yo iría donde ellos me dijeran.

Elogia cualquier parte de su cuerpo

Volvemos a lo mismo. Que pueda tener unos ojos muy bonitos se lo puede haber dicho hasta su ordenador portátil. Sin embargo, hay partes del cuerpo que a la mayoría de la gente se le pasa halagar.

Brazos, manos, boca, voz, uñas, maquillaje, pecho, piernas, pelo, nariz, orejas. Por supuesto, todo aquello que te guste y sobre lo que sepas que la otra persona no tiene complejos.

Si surge alguna discusión sobre algún complejo que tenga: Nariz grande, culo grande, estar un poco gordito, etc. Siempre puedes decirle que tú solo sabes que a ti te encanta así, y que de otra manera no sabes si te gustaría tanto. Del mismo modo, intenta buscar el lado positivo de los complejos. Todo tiene su lado bello que elogiar y quizá la otra persona no lo haya visto.

Un truco para elogiar con precisión 

A veces sabemos que algo nos gusta, pero no nos molestamos en pensar porqué nos gusta. Si le decimos al chico o chica que queremos seducir el porqué nos gusta esa parte de su cuerpo, sin duda descubrirá algo que no sabía y que quizá ya nunca olvide.

En mi caso, algunas chicas me han dicho que les gustaban mucho mis manos. Una chica me dijo que le encantaban porque las veía grandes pero a la vez suaves y delicadas, como las manos de un pianista. Esos son elogios que se te quedan marcados y te ayudan a recordar siempre a la persona que te los dijo. 

Por tanto, no temas decir qué partes de su cuerpo te gustan o que te parecen bonitas, siempre que tengas una justificación preparada que lo justifique. Si quieres entrenar esta habilidad, te recomiendo leer algunos poemas de vez en cuando, donde cada palabra en sí misma es cualificada: Me gustaría caer en el pozo profundo de tus oscuros ojos.

Decirle lo que nos gusta de su personalidad

decir que te gusta personalidad

Saber cómo hacer elogios sobre la personalidad a veces es complicado. A menudo vamos a encontrarnos haciendo suposiciones sobre su forma de ser que no tienen por que ser ciertas. Por eso, es importante utilizar la comunicación emocional. Para ello, un sencillo truco. Graba esta frase en tu cabeza:

Nunca le digas a nadie como es, sino cómo te parece a ti que es.

Lo primero es discutible. Quizá apenas conoces a esa persona y ella puede tener una opinión diferente de su propia personalidad. Pero sobre lo que a ti te parece de su forma de ser en un momento preciso del tiempo, eso nadie te lo puede discutir. Es lo que a ti te parece y punto.

Por otro lado, para elogiar rasgos personales tenemos que estar atentos a distintos focos de interés que nos den pistas de cómo es la otra persona. La fuentes principal de esta información son:

  • Cómo actuó o qué hizo en el pasado.
  • Cómo está actuando o qué está haciendo ahora.
  • Suposiciones sobre cómo actuará en el futuro según su pasado y su presente.

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Ejemplos elogio conversación comportamientos pasados

—He estado en varias capitales de Europa. Ahora mismo ya no viajo tanto por el trabajo pero siempre me ha encantado y en un futuro espero poder ir a muchos más sitios.
—¿Sabes un cosa? No se porqué pero habría apostado un fuerte suma que por supuesto no tengo a que eras una chica que había viajado mucho.
—¡Jajaja! ¿Porqué lo dices? Ni que llevara un cartel en la espalda con los sitios en los que he estado…
—¡Jaja! Seguro que te quedaría muy bien, pero no es por eso.
—¿Entonces?
—Se percibe en tus expresiones. En tu rostro. Cuando hablas noto la seguridad y picardía del viajero. Esa inteligencia que solo tienen quienes han visto suficiente mundo como para saber apreciar y analizar correctamente lo que tienen delante.
—Mmmmm… ¿Y no piensas que ahora te puedo estar analizando a ti? Yo de ti le tendría un poco de miedo a las chicas inteligentes.
—Miedo no, curiosidad… mucha. Además, me encanta sentirme analizado. Sobre todo si mientras lo hacen puedo disfrutar de contemplar unos labios como esos (Le dice mirando (o tocando) levemente sus labios).

Ejemplos elogio conversación comportamientos actuales

—¿Y tú que estás estudiando?
—Estoy estudiando psicología en la Universidad de Alicante. Siempre me ha fascinado la mente humana y ayudar a los demás. Aunque cuidado, los psicólogos tenemos fama de estar un poquito locos jajaja.
—Si ya decía yo que muy bien de la cabeza no tenías que estar jajaja.
—Bueno todavía no he terminado la carrera, dame tiempo a ver si me vuelvo más loco o me arreglo. Más bien lo primero que lo segundo.
—Jajaja. Si me pidas mi opinión personal, creo que más vale un loco emocionante que un cuerdo aburrido. Míralo por le lado bueno. Al menos sabes entretener a una chica…
—¡Vaya! Y yo que pensaba que hablabas conmigo por mi super arrebatador atractivo físico. Ahora resulta que voy a ser divertido.
—¡Jajaja! Presumido, divertido, loco y le gusta ayudar a los demás. Van 2 contra 2. ¡Lleva cuidado!

Ejemplos elogios comportamientos suposiciones futuras

—Me encanta cuidar de mi perro. Mimarlo, abrazarlo, jugar con el. No hay nada como llegar a casa después de un día duro y verlo ahí en la puerta moviendo el rabo. Siempre me da alegría. ¡A veces me da por cogerlo y poner a saltar con el!
—Me encanta como te expresas. Pareces una chica cariñosa que lo que hace lo hace porque lo siente de verdad.
—Bueno, no se… Soy una chica normal jaja.
—Pues a mi me pareces todo un encanto. Solo por lo que me has estado contando de tu perro y conforme me lo has estado contando. Veo que hay mucho cariño dentro de ti para dar a los demás. Además, se nota que te gusta cuidar de lo que es tuyo. Que sepas que le estoy cogiendo mucha envidia a tu futuro novio jajaja.
—¡Jajaja! Bueno, ya veremos a quien le toca aguantarme.

Decirle lo que te gusta con comunicación emocional

Gracias a la comunicación emocional podemos encontrar varias vías que nos ayuden a elogiar de una forma más visual. Lo importante aquí es que el mensaje llegue a su mente. Que llame la atención y genere un impacto. Es decir, que lo vea a todo color.

Para ello hablaremos siempre desde nuestra perspectiva. Es decir, lo que a mi me genera emocionalmente dentro de toda su gama de verbos: recordar, transmitir, provocar, sentir, etc.

Lo que a mi me recuerda

—Tu forma de hablar me recuerda como al susurro de las sirenas a los marineros. No se si lo haces intencionadamente o no, pero no dejes de hablarme así.
—¿No me irás a decir que eres un marinero perdido que busca a la sirena que le lleve a su perdición?
—¿Sinceramente? No me importaría serlo siempre y cuando tú seas esa sirena.

Lo que a mi me transmite

—Cada vez que hablo contigo me transmites mucha energía positiva.
—¡Ja, ja, ja! Me alegro de oír eso. Aunque tengo que decirte que en gran parte tu me provocas este buen ánimo. Así que no te quites méritos.
—¡Ja, ja! Va en serio. Se nota que vives con mucho entusiasmo. ¡Eso me encanta!

Lo que a mi me provoca

—¿Sabes una cosa? No se si es por lo luchador que eres en tu vida, o por esa sonrisa traviesa que tienes. Pero me provocas hacer diabluras ahora mismo.
—Veo que vas conociéndome. Pero créeme, lo importante no es que te provoque hacer diabluras. Lo importante es lo mucho que podemos disfrutar haciéndolas.
—Mmmmm, ¿qué plan se te ocurre exactamente? Seguramente lo rechace, pero nunca se sabe. ¡Muéstrame tus cartas Lucifer!

Lo que a mi me hace sentir

—La forma en la que te expresas me hace sentirme como en un nube. Una nube de la que nunca me apetecería bajar.
—¡Ja, ja! Gracias. ¿Mucho mejor vivir en una nube que con los pies en el suelo verdad?
—Totalmente de acuerdo. La cruda realidad es solo un pasatiempo de lunes a viernes. Sigue hablándome así y nos va a faltar cielo en el que volar.

Crea un vínculo amoroso

Descubre más sobre comunicación emocional en:
Comunicación emocional: Expresar sentimientos y emociones

Aprende a utilizar la empatía para elogiar (con muchos más ejemplo de cualificación):
Empatía: Cómo ser más empático para seducir y enamorar

Resumen de principios básicos

elogiar halagos escribir 1

Elogia de forma progresiva directa e indirectamente

Podríamos haber puesto millones de ejemplos y hacer este artículo infinito y aún así cada día podríamos inventar más y más elogios o cumplidos distintos. Este es un claro indicativo de que para decirle a alguien que nos gusta, no es necesario decirle: Me gustas.

De hecho, eso es un error. Para que alguien se crea que nos gusta tenemos de decirle los motivos justificados y precisos de ese encanto. Así es como le dará valor y la hará sentirse seducida. Dándole un porqué nos gusta real en el momento de percibirlo. Podemos hacerlo de forma más indirecta, o con un lenguaje más directo y agresivo. Lo ideal es combinar ambos y usar uno y otro dependiendo del contexto.

Elogia comunicando de forma efectiva

A su vez, para conseguir esto necesitamos de habilidades de comunicación como la comunicación emocional, la empatía y la asertividad, además de coraje para ser valiente y decir lo que quieres. Además, cuanto más labia y más creativos seamos a la hora de conversar, mejor saldrán nuestros elogios.

El don de la labia: Guía para tener labia

Practica el elogio con todo el mundo y manténte entrenado

Lo bueno del arte del elogio es que no sólo podemos practicarlo con la persona a la que queremos enamorar. Podemos entrenarlo con todo el mundo. Mi propuesta es que cada día estés atento e intentes lanzar algún elogio a las personas con las que vayas tratando. Puedes usar el humor si te hace sentir más cómodo.

—Roberto, cualquier día te van a dar el premio Usain Bolt en la oficina. ¡Gran trabajo y en tiempo récord!

Cuanto mejor hagas sentir a los demás, mejor te sentirás tú y mejor te harán sentir ellos a ti. Eso si, no esperes recibir nada a cambio. Para que un elogio se sincero, acostúmbrate a dalo por el placer de darlo. Al mismo tiempo, asegúrate de que tus elogios sean merecidos. No te excedas o acabarás siendo un adulador y tus elogios perderán todo su efecto.

bravetys

#wearebrave #captivatesensations

No podemos esperar que los demás nos traten como a nosotros nos gustaría. Ni siquiera podemos pedirles que nos traten como les tratamos nosotros. La expectativa a menudo esconde un trampa que nos hace caer en el pozo de la frustración. Pero siempre que tratemos a los demás con toda la fuerza de nuestro amor, ¿qué más que recibamos el mismo retorno o no? La luz siempre guiará nuestro camino. Ahí radica la fuerza del amor, en que te cautivas más al darlo que al recibirlo. Los intereses asociados a esa mágica energía no es lo más importante. Lo más importante es sentirla.

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David Belmonte
David Belmonte
David Belmonte está considerado como el autor de habla hispana más innovador en el área de las habilidades comunicativas aplicadas a las relaciones sociales y la seducción. Convirtiéndose en un referente sobre comunicación en España y Latinoamérica.Es Graduado en Marketing por la Universidad de Murcia, Máster en Inteligencia Emocional y Mindfulness por la Universidad de Valencia, Experto Creativo por la Universidad San Jorge y MBA.

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