Pongamos como base que no puedes vivir sin respirar. La vida depende en absoluto del acto de respirar. Respirar es vivir. Respirar es vivir y no hay vida sin respiración. Cuando el bebé nace y le cortan su cordón umbilical, hace una larga y profunda inspiración, la retiene un momento para extraer de ella las propiedades vitales, y la exhala en un lento vagido; así da principio su vida sobre la tierra. El anciano da un débil suspiro, cesa de respirar y la vida llega a su término. Desde el suave soplo del niño hasta el último suspiro del moribundo, se desarrolla una larga historia de continuas respiraciones.
Hay veces en que lo más simple y básico, a menudo mundano, puede tener la llave de entrada hacia una vida con mayor bienestar, salud y enfoque. En este artículo quiero explicarte porqué tu respiración es sumamente crucial para tu bienestar, para ello haremos un breve recorrido por los enfoques que abarcan la respiración desde occidente y oriente resumido de una forma rápida, veremos lo que es llamado Prana, te enseñaré como respirar bien te permite gestionar mejor tus situaciones complicadas y te daré un par de técnicas para que puedas aprovechar lo que aquí expongo de manera inmediata.
OCCIDENTE, ORIENTE Y LA RESPIRACIÓN
La teoría de Occidente centra la respiración en la oxigenación del cuerpo. La oxigenación de nuestras células permiten que estas se limpien a través del oxígeno que las arterias y venas riegan en nuestro cuerpo, y vuelva a nosotros esa sangre limpia de impurezas y residuos tóxicos. La importancia de este aspecto de la respiración es clave, pero Oriente tiene algo que decir…
La teoría de Oriente, a parte de tener en cuenta la importancia de la oxigenación del sistema circulatorio, tiene en cuenta el sistema nervioso y la energía que se acumula al inhalar. Para los hindúes, el aire contiene una sustancia que da forma al todo y a la vez está en todo, llamado prana. El prana se considera energía vital en todo su esplendor previa a nuestra transformación. Está en todo alimento que ingerimos pero en la respiración es donde mayor parte de esta sustancia vivificadora ingerimos. Nuestro sistema nervioso se ramifica y hay un punto, el cual es llamado plexo solar, justo encima y debajo de tu ombligo que funciona como el almacén del prana.
El prana es energía vital y cuanto mejor y más conscientemente respiramos, más energía acumularemos para dedicarlo a actividades mentales y psíquicas, sociales, físicas o simplemente para contemplar. También decir, que los pensamientos repetitivos (más de un 90% de los 50.000 que se estima que tenemos al día) desgastan tanto tu prana como el calor evapora el agua. Ahora, puedes respirar y llenar tus reservas de energía. Y recuerda, tu pensamiento repetitivo agota también tu energía.
APRENDER A RESPIRAR
Las personas que saben respirar a menudo emanan un brillo lleno de energía. Aprender a respirar pasa por tener la consciencia de que al respirar, nos vivificamos y nos llenamos de energía. Absorvemos prana y la acumulamos en nuestro plexo solar mientras nuestro cuerpo se depura.
Para respirar mejor la columna vertebral ha de estar en una posición de 90º, ya que permite la libertad de órganos como los pulmones, los riñones y el diafragma. En una mala posición nuestras costillas oprimen los riñones, el estomago y el diafragma. Para respirar mejor, disfruta respirando, llena tu diafragma dejando que el aire lentamente vaya saliendo y mantén la columna recta. Siente como te vivificas y serenas al respirar. Mantenernos rectos y erguidos hace que también tengamos otra disposición mental.
Siempre recomiendo tomarnos unos minutos al día para no hacer nada y disfrutar del respirar. Tener conciencia de la respiración entre 5 o 10 minutos hace que se active en nuestro cerebro lo que los neurólogos llaman »la red neuronal por defecto». Esta red neuronal está asociada a la conexión de pasado y futuro de sucesos, es decir, que durante esos minutos placenteros en los que nos vivificamos, nuestro cerebro aprovecha para ordenar y estructurar todo lo sucedido hasta entonces. En términos prácticos, fomenta esos momentos en los que nos decimos »¡Claro, eso fue por aquello¡». Esos momentos de claridad en los que todo se despeja. ¡Qué maravilla por sólo 10 minutos de placer vivificante!
RESPIRAR Y LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Cuando nos encontramos con una situación complicada, nuestro cuerpo se contrae como respuesta al pensamiento negativo y sentimiento que genera nuestra interpretación de la situación. Se prepara para luchar.
Ahora que sabemos que el respirar correctamente nos llena de energía y nos da claridad, cuando se presente un suceso de ese tipo, podemos hacer varias respiraciones profundas, lentas y vivificadoras, respirando nuestro propio temor. Obsérvate en esos momentos, la reacción pesimista volcándose hacia adelante tu cuerpo o la reacción agresiva que contrae aún más tu cuerpo. Si lo hacéis sin juzgar, en 30 segundos, habrás cambiado tu estado interno. Respiremos nuestro temor, sin juzgarlo, hasta que la serenidad temple nuestro estado mientras vamos ejercitando un diálogo interno adaptativo a la situación. La respiración te ayuda a vencer tus hábitos inconscientes y escribir nuevas conexiones neuronales con nuevas acciones. El respirar te da la consciencia de que cambiando tus reacciones, cambias tu vida. Si con la respiración oxigenamos nuestro cuerpo, ¿Por que no también nuestros problemas?
La atención a la respiración, un aspecto del mindfulness como del radja-yoga, hace que la corriente de pensamientos disminuya notablemente. Desactiva esa especie de evaluador constante de posibilidades para la supervivencia que nuestro cerebro tiene. De esta forma, atentos a nuestra respiración y con los ojos puestos en la situación, se abre una brecha de no-pensamiento que hace que podamos vivir el presente con paz, serenidad y cierta alegría de que todo está bien. Ya hemos hablado anteriormente de la maravilla del ahora, y de cómo puedes cambiar tu vida
TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN
No soy muy de técnicas, pues si tenéis placer al respirar hallaréis vuestra forma de respirar correctamente. Respirar es algo que nacemos aprendiendo prácticamente y que desaprendemos como consecuencia de un estilo de vida determinado. Es algo que hacemos siempre, así que no puede ser difícil. Los yoguis (meditadores que centran toda su energía en la conexión con Dios) han desarrollado numerosas técnicas de respiración, pero aquí simplemente te diré una mala técnica de respiración y una buena para que puedas evaluarte cuando no estás presente y retomar una respiración correcta.
#TÉCNICA MALA:
Respiras con el pecho y aceleradamente. Sólo utilizas parte de tus pulmones y apenas tu diafragma se estimula. Tus procesos mentales están dispersos, tu mente inquieta está representada en tu cuerpo ya que apenas puedes mantenerte en una postura quieta/o. Esta respiración alimenta el nerviosismo y el estrés. Nuestros pulmones tienen capacidad de albergar hasta 5 litros de oxígeno mientras que en una respiración no consciente, apenas llega al litro. Llega menos oxígeno al cerebro, tu cuerpo está menos oxigenado y para colmo te acabas de encender un cigarro. Tu piel comienza a envejecer más rápidamente y comienzan a aparecer enfermedades que tu mismo has generado.
#TÉCNICA BUENA:
Respiras profundamente sin obsesionarte con su ritmo. Lo haces de una forma cíclica, llenando plenamente tu diafragma y dejando que el exhalar sea lento y placentero. Tu mente está concentrada y tu cuerpo, fiel reflejo de ella, tiene una posición erguida dispuesta a la acción. A la hora de hablar, llenas tu diafragma y dejas que tus palabras se vayan formando conforme el aire sale por tu boca. Eso te hace hablar relajadamente y sin perder energía al hacerlo. Tu cuerpo y cerebro están armoniosamente oxigenados y tu piel se regenera. Te sientes radiante de energía cuanto más respiras conscientemente y te das cuenta de que la vacuidad de pensamientos, te da una paz, tranquilidad y bienestar que te hacen disfrutar del momento presente sin evaluar nada. Simplemente, fluyendo con la energía que brota de la fauna y flora de tu cuerpo.
CURIOSIDADES
En esta fotografía podemos ver a Victor Truviano, un jóven argentino que lleva más de 7 años sin ingerir alimento, salvo agua y prana. Desafiando las leyes de la supervivencia, su hazaña la explica como consecuencia de su estado de conciencia pránica.
Se trata simplemente de ser, de permitir que la Totalidad se exprese sintiendo que nada nos separa del resto. Es al fin y al cabo la iluminación que muchos místicos persiguieron, y los caminos para llegar a ella son tantos como seres existan. (Victor Truviano)
Le ha crecido una nueva dentadura, su alopecia ya no existe y además su estado de consciencia le reporta una felicidad que no podemos abarcar con palabras. La vericidad de su testimonio fue comprobada por distintos médicos que quedaron asombrados con su nivel de salud. Su estilo de vida es el de un yogui. Ahora mismo, se dedica a conectar profundamente con Dios y a impartir retiros espirituales de 11 días. Historias como esta, hace que nos replanteemos nuestros propios límites y si no son todos ellos cuestión de creencias.
¡Gracias por leerlo, espero haberte servido de ayuda!
MERCURY #PRANA #SERVIDA
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