La comunicación asertiva se encuentra en un punto intermedio entre una comunicación agresiva y una pasiva. Permitiéndonos exponer nuestros argumentos sin juzgar ni agredir al receptor del mensaje ni a sus propias convicciones.
La asertividad nos hace ser capaces de expresar nuestros deseos y opiniones así como defender nuestros derechos. Siendo esta una habilidad imprescindible para negociar y gestionar cualquier conflicto.
Además, son numerosos los estudios que relacionan la asertividad con una buena salud mental, ya que las personas menos asertivas suelen experimentar sentimientos de aislamiento, depresión, baja autoestima y ansiedad en situaciones interpersonales. Siendo estas personas más proclives a sentirse rechazas y utilizadas por los demás con los correspondientes sentimientos de frustración que eso conlleva.
¿Cómo utilizar la comunicación asertiva?
Para ser más asertivo es importante entender todos los conceptos que engloban su definición. Por ello, definiremos posteriormente sus polos opuestos, ya que la comunicación asertiva no siempre es la mejor solución.
A menudo nos situaremos sobre una balanza en la que la comunicación asertiva será el pilar central sobre el que bailaremos entre agresividad y pasividad para optar por los comportamientos más inteligentes y efectivos.
Características de la comunicación asertiva
- Nos permite ofrecer y defender nuestros intereses, opiniones y creencias.
- Es justa y evita atacar a los demás o juzgarlos.
- Comprende que no existen las verdades absolutas y valora las opiniones ajenas pese a defender las propias.
- Nos permite hacernos de respetar sin necesidad de atacar a los demás ni elevar el tono de voz.
- La comunicación asertiva refleja inteligencia, comprensión de la psicología humana y alta autoestima. Formando la asertividad parte de los rasgos imprescindibles de una personalidad atractiva.
- Es más persuasiva facilitando que podamos convencer y comprender a los demás.
- Consigue calmar emociones derivadas de la ira y el rencor gracias a que nos permite mostrarnos serenos. Previniendo eficazmente la ansiedad.
- Apuesta por el ganar-ganar, o al menos ese es su objetivo sobre el papel. A veces es incluso más afectiva para ganar pese a que el otro pierda. Sobre todo cuando se discute delante de otras personas o en el ámbito político. El que pierde la asertividad, suele ser percibido como más inseguro o que está fuera de control.
- Al hablar con asertividad solemos hacer uso de la comunicación emocional, utilizando los sentimientos y la retórica para que el mensaje sea más impactante, persuasivo o fácil de comprender.
- La asertividad nos ayuda a comunicar con empatía, siendo estas dos habilidades imprescindibles la una para la otra.
- Apunta y propone soluciones evitando criticar despectivamente.
- Mira hacia el lado bueno de la cosas para después aportar soluciones de mejora y motivar a su persecución.
- Es educada, pidiendo las cosas por favor y dando las gracias.
Ejemplos de asertividad
Cómo dar un consejo a un trabajador
—Hola Juan, ¿puedo hablar contigo un segundo? Me he dado cuenta de que tratas muy bien a los clientes y estos valoran muy positivamente tu asesoramiento. Sin embargo, a veces veo que llega un cliente y en lugar de atenderlo e ir a ver si necesita algo, sigues haciendo otras cosas. A veces los he visto mirando a ver si te veían y parecía que tú no te dabas cuenta.
—Bueno es que si me acerco mucho a ellos se pueden agobiar o me acaban respondiendo que no, que solo están mirando y tampoco no quiero resultar pesado.
—Te entiendo perfectamente. A veces es difícil llevar un equilibrio y saber cuando quieren ayuda y cuando no. Yo para eso tengo un truco. Mientras haces otras cosas, ten un ojo puesto en ellos. Si ves que te miran como buscando o te hacen gesto de que necesitan ayuda, simplemente te acercas y les preguntas. Con un poco de práctica y con lo buen vendedor que eres, seguro que le pillarás el truco y consigues aumentar tus ventas, tus comisiones y tus posibilidades de ascenso.
Cómo proponer hacer un viaje
—Cariño, tengo una oferta que no podrás rechazar. ¿Qué te parece si buscamos una semana estas vacaciones y nos vamos de crucero?
—Pufff, no sé… Ahora mismo con el trabajo estoy super agobiado. No tengo ganas de nada.
—Ya, te entiendo. A mi me pasa lo mismo. Por eso he pensado que nos vendría muy bien desconectar de todo. Cargar pilas y disfrutar de una semana sin preocupaciones. Creo que los dos nos lo merecemos. Y aunque al principio cueste un poco salir de la monotonía, estoy segura de que luego nos lo vamos a pasar genial.
—Si, ahí tienes razón pero no se…
—Tú déjamelo a mi. Te aseguro que no te vas a arrepentir. Ya me encargaré yo de ello. ¡Tengo mis armas! —termina diciendo juguetona y sexy para terminar de convencerlo.
Colarse en la cola del supermercado
—Perdona, seguro que no te has dado cuenta, pero iba yo delante. ¿Si no te importa que pase yo primero?
—Si claro, disculpa. ¡No te había visto!
—No te preocupes, a veces me ha pasado a mi (termina contestando con una sonrisa y buen humor).
Persuadir para avanzar y superar dificultades
—Eres un chico muy simpático, pero quiero que sepas que esta noche no vamos a hacer nada. Salí hace poco de una relación y todavía no me siento segura de empezar nada con nadie.
—No te preocupes. Entiendo que seas precavida y que no te sientas segura todavía. Para mi lo más importante en mi vida es disfrutar mi ahora, y estoy seguro que en parte por eso habrás intuido que ahora mismo me encantaría que estuviésemos mucho más juntos —bromea en su argumento final—. Sin un mesa entre nosotros y con mucha más intimidad. No obstante, eso no significa que no me lo esté pasando genial. Vamos, no me arrepiento para nada de haber venido.
—Ya, bueno, simplemente tenía que decírtelo —musita ella algo insegura.
—Y me alegro de que me lo hayas dicho. Yo también he pasado por rupturas y la verdad es que no es lo más agradable del mundo. A veces cuesta superarlo. De todas formas, para mi llegó un momento en el que pensé: oye, ya está bien. Lo pasado pasado está y eso no tiene porqué condicionar mi libertad. Voy a recuperar mi vida. Decidí abrirme a conocer a otras personas y desde entonces, soy mucho más feliz y le he perdido el miedo a que una relación futura pueda volver a salir mal. Para mi la vida es una aventura a la que nunca debemos cerrarnos.
—La verdad es que no te falta razón. Quizá esté viviendo más en puertas cerradas del pasado que abriendo los ojos a nuevas experiencias. Me gusta tu forma de ver las cosas.
Ejemplos de Asertividad con humor
Veamos ahora en este vídeo cómo potenciar la asertividad junto al humor con 8 ejemplos en una colaboración que hicimos con Potenzia, el proyecto de psicología y comunicación del psicólogo Álvaro Tejedor.
Te vas a reir.
4 Rasgos de una personalidad asertiva
Con los ejemplos recientes, veamos ahora qué rasgos forman una personalidad asertiva:
- Observación, aceptación y comprensión: Las personas asertivas utilizan la empatía para observar los detalles desde el punto de vista de las personas con las que se relacionan. Esto les permite comprender las necesidad de los demás. Lo que a su vez le aporta información para ejecutar una comunicación asertiva más persuasora.
- Alta autoestima y control del orgullo: Ante un rechazo amoroso, como el ejemplo de la cita, una personalidad asertiva no se pone nerviosa. Confía en sus habilidades y en su propio atractivo para resolver situaciones de rechazo y alcanzar sus objetivos. A su vez, no salta a defender su orgullo provocando batallas de egos. Su principal preocupación es el resultado final. Su orgullo, conseguir sus objetivos en materia de comunicación.
- Gestión de las emociones propias y ajenas: Una personalidad asertiva sabe usar el humor para bajar la tensión, pedir perdón cuando la cosa se pone fea, mostrarse comprensivo cuando la otra persona espera una mala reacción, o incluso motivar cuando todo parece perdido. Haciendo un gran uso de la inteligencia emocional para gestionar emociones según le convenga, tanto las suyas como las de los demás.
- Genera emociones positivas: Tanto para sí mismo como con los demás, apuesta por utilizar la seducción como herramienta para hacer sentir bien a los demás. Creando un buen ambiente que facilita las relaciones interpersonales gracias a recursos como el elogio.
Comunicación agresiva
La comunicación agresiva, ya sea de forma consciente o inconsciente, tiende a juzgar crítica y negativamente las acciones de otras personas, o pecar de ser demasiado autoritaria. A su vez, suele ir acompañada de un elevado tono de voz y un lenguaje no verbal demasiado firme o incluso amenazante. Dentro de esta comunicación entran también los insultos.
¿Es conveniente pues no comunicar nunca de forma agresiva? Por desgracia, lo cierto es que no. Así lo demuestran algunas investigaciones que apuntan a que el miedo a ser despedido es uno de los principales factores de motivación laboral.
La comunicación asertiva es el pilar de una comunicación efectiva, pero no siempre funciona. Algo que saben muy bien los educadores y directores de equipo de trabajo. Ante cierto tipo de comportamientos y situaciones imponer un cierto grado de autoridad y firmeza es imprescindible.
Esto no ha de confundirse con ser maleducado, utilizar palabras mal sonantes o elevar la voz en exceso. Una postura firme y amenazante pero a su vez serena, es más creíble que una en la que nos alteramos demasiado. Esto se debe a que el otro puede pensar que lo que decimos es fruto de un calentón, esperando a que se nos pase sin darle la importancia que realmente tiene.
Ejemplos de comunicación agresiva
Habitación desordenada
—¡Hijo te he dicho mil veces que te ordenes la habitación! Me tienes ya hasta los huevos. La próxima vez que suba y vea esto así, te quedas una semana sin pisar el portal de casa. A ver si con castigos me haces caso.
—Y yo estoy arto de que entres en mi habitación chillando como una loca. Ahora mimos iba a ordenarla pero desde luego que se me quitan las ganas. ¡A ver si te relajas algún día!
Colarse en la cola del supermercado
—Perdona, pero menudo morro que tienes. Has visto que estaba yo delante y te ha dado exactamente lo mismo. ¡Vaya jeta!
—¿Vaya jeta? Disculpa pero si me he colado no me he dado cuenta. A ver si somos un poco más educados. Que yo sepa iba yo antes que usted.
Empleado nuevo en la oficina
—Daniel, yo no se cómo trabajabais en tu anterior empresa, pero este informe es una mierda. Antes de irme quiero que lo arregles o sino vamos a tener un problema tu y yo.
—Vale, ahora mismo lo reviso.
Cuando su jefe se va el empleado se queda pensando: Menudo gilipollas, ya me pedirá algún favor ya. Entonces el que lo voy a mandar a la mierda voy a ser yo.
Claves de la comunicación agresiva
No hace falta ser Miguel Angel Buonarroti para darse cuenta de que cuando atacamos a alguien, obtenemos como respuesta una defensa.
En la habitación desordenada, el hijo es contagiado por la comunicación agresiva de su madre y responde juzgando precisamente su falta de asertividad. Juzgando además su ausencia de relajación y haciéndola ver como una loca.
Las emociones se contagian, si hablas con nervios subidos de tono lo normal es que el receptor conteste igual aunque no quiera.
En la cola del supermercado, pese a tener que mentir en el caso de que si se haya dado cuenta, volvemos a obtener una defensa. Además de insultos por falta de asertividad (a ver si somos más educados). Sin tener la verdad absoluta de que se ha colado, más eficiente es hablar con el suponiendo que no se ha dado cuenta aunque no nos lo creamos.
En cuanto al empleado nuevo, el jefe ejerce un nivel de autoridad y desprecio impropio hacia alguien que se está adaptando a un nuevo empleo. Sin embargo, es el jefe y salvo que se quiera arriesgar a la pérdida de su empleo, el empleado actúa de una forma pasiva. Eso sí, en apariencia. Mentalmente comienza a despreciar a su nuevo jefe, lo que seguramente pueda afectar también a su productividad e implicación en su puesto. Le guarda rencor y su defensa se posterga.
Desventajas de la comunicación agresiva
- Nos puede hacer sentir mal a nosotros mismos: Cuando atacamos a alguien, aunque este no se defienda o salgamos victoriosos, estamos alimentando nuestra ira. Incluso podemos sentir culpa debido a los remordimientos de hacer sentir mal a otra persona.
- Hacer sentir mal a la otra persona: Esta puede sentirse débil, falta de autoestima, sentir ansiedad, frustración, desánimo etc. La comunicación agresiva genera enfrentamientos y cualquier batalla desgasta tanto a un bando como al otro.
- Genera luchas de poder y venganzas: El que hoy es empleado, mañana puede ser ascendido por encima de su superior o hablar mal de este a los que están por encima de él. La venganza siempre puede surgir. Cómo tratemos a otras personas hoy se materializará en el trato que recibamos en un futuro incierto. Nunca te sientas ni intocable ni superior y trata siempre a todos con respeto. ¡Son todo ventajas!
Usar autoridad y agresividad cuando la asertividad no funciona
- Si le hemos dicho a nuestro hijo que ordene la habitación de forma asertiva muchas veces y no hay manera de que lo haga, usar la autoridad puede ser la solución. Toda la vida ha habido castigos y muchas veces han sido útiles. Aunque claro, cada caso es un mundo. Igual ocurre en el ámbito laboral. Es muy difícil ser jefe porque a menudo pese a intentar ser asertivo, cuando los empleados no rinden eficientemente por más que se les intente comunicar con asertividad, de nuevo imponer la autoridad es necesario.
- Por otro lado, la agresividad siempre estará más justificada cuando antes hayamos intentamos ser asertivos en varias ocasiones. Los demás podrán empatizar más con nosotros y entender que seamos agresivos si acaban viendo que no tenían razón y antes fuimos asertivos pero no nos hicieron caso.
Hazte ya con mis libros:
Comunicación Pasiva
La comunicación pasiva es la que evita el enfrentamiento pese a que por ello tengamos que dejar a un lado nuestros propios intereses y derechos.
En los ejemplos anteriores hemos visto el caso del empleado que contestaba con comunicación pasiva. En el ejemplo de la cola del supermercado, no decirle nada y dejar que se cuele sería otra ejemplo de comunicación pasiva. Y en el caso de la habitación desordenada, más de lo mismo. La madre se habría callado y se hubiese guardado su descontento.
Lo peor de este tipo de comunicación es que suele alimentar la represión y el resentimiento.
Imaginemos que nos tratan agresivamente durante un tiempo y lo vamos dejando pasar. No intentamos hablar con la otra persona para que nos hable con asertividad, sino que simplemente aguantamos y aguantamos. ¿Qué piensas que ocurrirá al final? Pues si eres un ser humano normal y corriente del planeta tierra, lo normal será que cuando el vaso esté ya a rebosar, acabes explotando. Como dice mi madre… perdiendo el traque. Entonces eso si es un problema, porque cuando el ser humano pierde los nervios es capaz de hacer cosas horribles.
Si tu objetivo es ser más asertivo, la comunicación pasiva pocas veces te va a interesar. Aunque cuidado, porque hay veces que también es útil.
Ejemplos de comunicación pasiva
Un drogadicto agresivo en la discoteca
—Eeehhh tío, ¿estabas mirando a mi novia? Eehhhh Ehhh. ¡Gilipollas!
El otro chico se da cuenta de que si no contesta y pasa de largo ese tío no le va a perseguir. Por tanto, opta por evitar un enfrentamiento que no le aportaría absolutamente nada positivo y sí muchas posibles repercusiones negativas.
El jefe tiene un mal día
–¡Tenéis que ir más rápido! Se está amontonando mogollón de trabajo. Está todo hecho una mierda. Hoy nadie se va a casa hasta que no terminemos. Siempre todo para el último momento. ¡Vaya panda de gandules!
–No te preocupes Antonio, nos quedaremos todos hasta la hora que haga falta. Vamos a apretarnos a tope que seguro que nos da tiempo. Entre todos sacamos esto adelante.
Los empleados ven que el jefe está perdiendo los nervios y las formas debido al estrés y se muestran empáticos. Guardan la calma y uno hace de portavoz animando al grupo. Esta sería una respuesta pasivo-asertiva.
Yo quiero ir al cine
—Yo este fin de semana quiero ir al cine. Estoy harta de que nos quedemos siempre en casa. ¡Nunca quieres hacer nada!
—Si mi mujer quiere ir al cine, al cine vamos. ¿Qué película quieres ver?
Utilidad de la comunicación pasiva
En el caso del drogadicto, estaréis conmigo en que no merece la pena contestar. Ser asertivo en un caso así tampoco funcionaría. La otra persona está cargada de ira y solo busca pelea. Ser pasivo aquí es la mejor solución, pues evitamos poner en riesgo nuestra integridad física por nada. Ese tío no merece nuestra atención.
En el caso del jefe con un mal día, probablemente tras la respuesta positiva y empática de los empleados, el jefe se de cuenta de que no ha actuado bien. Probablemente se sienta mal más adelante por haber perdido las formas y valore la comprensión y reacción de su equipo. Esa culpa puede llevarle a recompensarles en el futuro o a pedir disculpas. Sin embargo, defendernos aunque sea con asertividad en ese momento donde el jefe está alterado, puede suponer una mayor pérdida de tiempo para él, lo que le llevará a frustrarse más y ponerse más nervioso. En todo caso, podríamos hablar asertivamente con él en el futuro para intentar que esa situación de falta de respeto no se vuelva a producir.
Con respecto al cine, imaginemos que al marido le da exactamente igual ir al cine que ir al transbordador espacial Discovery. Vamos, que le da igual todo. O casi todo. Quizá tenga preferencia por quedarse en casa o ir a cenar, o hacer alguna otra cosa. Pero el interés hacia otros planes es tan mínimo, que directamente hace lo que su mujer le pide y se ahorra discutir.
Porqué a largo plazo no es rentable
La comunicación pasiva, pese a que si bien es útil en momento puntuales, a largo plazo puede no salir rentable:
- Plantamos las semillas de la sumisión. Una actitud con la que podemos acabar siendo esclavos y seguidores de los demás renunciando a nuestras propias opiniones e intereses.
- Pese a que evite el enfrentamiento, no pone soluciones a los problemas. Los problemas presentes se solucionan hablando. Negociando para que en un futuro no se vuelvan a producir. Si somos pasivos, estamos siendo especialmente egoístas, pues no estamos ayudando a la otra persona a mejorar ni a ver sus defectos. No estamos apostando por arreglar las cosas, sino que las dejamos siempre estropeadas.
- Como he dicho previamente, genera resentimiento y frustración si nos guardamos todo lo que nos molesta sin reaccionar a ello. Al final, podemos acabar explotando y estropeando algo que podía haberse solucionado mucho antes con una comunicación asertiva.
Artículo basado en el libro:
Despierta belleza
#wearebrave #alwaysbeatyourself
Cada día tomamos una decisión que es vital. Una decisión que marca el camino de nuestros sueños y de cómo nos sentimos durante el duro transitar que nos lleva a ellos. Y no importa que nuestras aspiraciones sean grandes o pequeñas. Puede que simplemente deseemos llevar una vida tranquila. Puede que nuestro sueño sea tan sencillo como ser feliz con nosotros mismos y los nuestros. Pero esta decisión es igual de crucial sean cuales sean nuestras ambiciones. La decisión es la de cómo nos comunicamos con el mundo y qué generamos en él con nuestros gestos y palabras. No hay una más importante, pues empieza por nosotros mismos.
4 comments
Buen tema para aprender más a comunicarnos.
Gracias Oswaldo! La asertividad es una habilidad vital para comunicarnos mejor en nuestros días. Es difícil imaginarse una vida exitosa y feliz sin ella, pues comunicarnos de forma asertiva nos evita muchos problemas tanto laborales como personales. Espero que este artículo te haya ayudado a aprender más de ella.
Un saludo y a ser valientes 😉
Buen tema para aprender más a comunicarnos.
Gracias Oswaldo! La asertividad es una habilidad vital para comunicarnos mejor en nuestros días. Es difícil imaginarse una vida exitosa y feliz sin ella, pues comunicarnos de forma asertiva nos evita muchos problemas tanto laborales como personales. Espero que este artículo te haya ayudado a aprender más de ella.
Un saludo y a ser valientes 😉