Personalidad creativa: 10 dimensiones de su dualidad

La dualidad es la existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o cosa. La dualidad puede convertirse en un rasgo de la personalidad, que como demuestra Csikszentmihalyi (1998), es propio de una personalidad creativa. Siendo capaces estas personas de ser de una forma o de otra según la situación lo requiera.

De esta forma las personas creativas presenten una gran adaptabilidad y una amplia visión de la vida en contraposición a las personas rígidas. Cuentan con más puntos de vista. Mientras que las personas rígidas juzgan como positivo o negativo y miran solo hacia un camino (pensamiento convergente), las creativas son más flexibles y exploran un mapa más amplio del camino (pensamiento divergente).

Para entender esta dualidad podríamos pensar en términos de actuación. Existen actores que son capaces de adaptarse a muchos papeles distintos con personalidades muy diversas, mientras que hay otros actores que están especializados casi por completo en un único estilo. Raramente veríamos a Arnold Schwarzenegger protagonizar una película romántica o una comedia, su género es la acción. Mientras que Brad Pitt se ajusta al polo opuesto, interpretando casi cualquier papel.

Esta dualidad puede generar disonancias cognitivas en algunas personas que no entienden este rasgo dual como algo positivo.

En el ámbito de las habilidades sociales he conocido alumnos que se exigían ser extrovertidos en todos los contextos. Si en algún momento eran introvertidos y no les apetecía relacionarse, juzgaban que algo en ellos iba mal. De hecho, hace poco un chico me comentaba por YouTube que quería ser más extrovertido, pero que tampoco quería perder su parte introvertida. Yo le comentaba que ambas partes pueden ser perfectamente complementarias entre sí si no sufrimos dependencia hacia ninguna de ellas. El conflicto surge cuando sentimos dependencia hacia uno de esos polos y nos lo autoexigimos en todo momento.

Estos conflictos mentales pueden aplicarse a muchas áreas de la vida en las que al salirnos del camino de lo que pensamos que debería ser, caemos en la trampa de la autocrítica. De esta forma perjudicamos nuestra autoestima y estado de ánimo, al entender que no nos estamos ajustando a esa realidad que deseamos, como por ejemplo, la de ser siempre extrovertidos. Por eso es importante entender nuestra dualidad y aceptarla. Practicar la aceptación es de suma importancia para contar con una estado emocional que potencie nuestra autoestima y esta a su vez fortalezca la creatividad.

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Las 10 dimensiones de dualidad de una personalidad creativa de Csikszentmihalyi

A través de las 10 dimensiones de Csikszentmihalyi (1998), pasemos ahora a reflexionar sobre esas trampas en las que podemos caer que son un signo de nuestra creatividad, no algo que debamos criticar y pensar en corregir.

1. Tienen gran cantidad de energía, pero pueden estar callados y en reposo. Lo que indica que son capaces de concentrar su energía en un propósito y posteriormente reflexionar sobre él.

Las personas que se autoexigen un gran desempeño deben estar preparadas para desconectar y darse el imprescindible reposo para reponer fuerzas y renovar las energías gastadas. Muestra de ello es éxito del Mindfulness en el ámbito empresarial, en el que descansar la mente, principal músculo de trabajo de los directivos, es de vital importancia para rendir al máximo cuando estas personas lo precisen.

2. Tienden a ser vivos pero ingenuos al mismo tiempo. En este sentido, son capaces de usar tanto el pensamiento convergente como el divergente.

Una personalidad creativa tiende a ilusionarse demasiado ante la presencia de ideas novedosas que todavía no están del todo contrastadas. Esto les hace vivir con gran motivación, les ayuda a estar muy vivas. No obstante, les lleva a ser ingenuas o demasiado optimistas.

A veces esas ideas se pueden madurar más, pero al madurarlas demasiado se pierde ese impulso motivador inicial, por lo que es importante evaluar los riesgos. Si pensamos que podemos ser un poco ingenuos pero no estamos exponiendo nada, lanzarnos es una gran opción. Si por el contrario podemos incurrir en alguna pérdida importante, mucho mejor será que seamos conscientes de este ímpetu creativo y lo contengamos hasta que maduremos mejor los hechos.

3. Combinan la actitud lúdica y la disciplina, la responsabilidad y la irresponsabilidad.

Una persona creativa busca la diversión porque en gran parte la creatividad surge de un deseo de jugar, probar cosas diferentes y dejarse llevar por la intriga de lo que pueda suceder. Su predisposición a correr riesgos es alta. Por eso las personalidades creativas puede resultar irresponsables en algunos momentos y muy responsables en otros, sobre todo cuando la consecución de sus objetivos está en peligro o la materia es matemática y no deja lugar a fallos.

4. Aúnan la imaginación y fantasía con un fuerte sentido de la realidad, apartándose del presente sin perder el contacto con lo pasado.

Se crea en la realidad, no en el futuro ni el pasado, por eso la persona creativa principalmente vive aquí y ahora. No obstante, cuando su mente comienza a divagar como lo hace la de la mayoría, en lugar de llenarla de preocupaciones repetitivas e inútiles, la llenan de fantasías. Visualizan lo que quieren conseguir en el futuro y se mantienen en contacto con sus aprendizajes del pasado para potenciar su valentía, no para reprimirla con miedos.

Se muestran curiosos por encontrar la píldora mágica que les de las mejores soluciones en lugar de congojarse con los posibles inconvenientes. Si estos surgen, los enfrentarán en su realidad como retos a superar. Confían en que su imaginación atraiga nuevas soluciones.

5. Presentan tendencias opuestas en el continuo extraversión-intraversión. A pesar de ser uno de los rasgos más estables, los sujetos creativos parecen mostrar ambos al mismo tiempo, alternando la soledad y reflexión interior con las relaciones con otra gente y sus ideas.

Una personalidad creativa acepta sus polos de extroversión e introversión y sabe disfrutar de la presencia de otras personas y a su vez de estar en soledad meditando en su mundo interior. Una persona creativa puede estar rodeada de personas y elegir si quiere ser muy habladora, prefiere callarse y escuchar, o meterse en su mundo. Lo que determinará una conducta u otra será la motivación. Si una conversación le motiva podrá ser muy extrovertida, pero si no lo hace, puede desconectar por completo.

6. Son humildes y orgullosos al mismo tiempo. Se puede observar que en ellos conviven la humildad y el altruismo junto con la confianza en sí mismos y el egocentrismo.

El éxito alimenta nuestro ego pero también debe hacerlo con nuestra humildad si no queremos perder esa actitud de aprendizaje y curiosidad que nos hace ser creativos.

7. Escapan al estereotipo de género: las mujeres creativas muestran rasgos dominantes y de dureza, mientras que los hombres presentan mayor sensibilidad y menos agresividad.

En este sentido cada persona será un mundo, pero en términos generales, la creatividad nos atrae hacia los polos que en un principio parecían opuestos impulsada por algo que caracteriza a toda personalidad creativa: la rebeldía.

8. Son tradicionales y conservadores, ya que primero deben dominar ampliamente un campo, lo que conlleva estudio y aceptación; y rebeldes e iconoclastas, ya que necesitan el impulso para romper con lo usual y transformar el campo.

El error que cometen algunas personas impetuosas es emprender sus ideas en campos que apenas han explorado, sintiendo que están inventando la rueda cuando la rueda lleva ya inventada miles de años. Esta es una de las facturas más caras que puede pagar una persona creativa y donde más le penaliza su ingenuidad, ya que son ingenuos por las carencias de conocimiento. Por eso el creativo ha de ser consciente de que antes de crear debe conocer lo que ya está creado. Una vez se vuelve un experto y conoce todos los caminos existentes, empieza a pensar en nuevas fórmulas que se sustentes en el desarrollo de sus habilidades y recursos.

9. Sienten gran pasión por su trabajo, pero son sumamente objetivos con él. Por un lado, la pasión dota de motivación hacia la tarea; por otro, sin criterios de objetividad el trabajo podría no ser bueno. Se muestran creadores y jueces al mismo tiempo.

Una persona creativa sabe cuando dejarse llevar por sus pasiones y cuando analizar si lo que ha hecho está bien o mal. Hay que tener en cuenta que podemos dejamos llevar pensando que lo estamos haciendo de maravilla, y efectivamente así sucede algunas veces, pero en otras nos damos cuenta a posteriori que estábamos equivocados y hemos cometido multitud de errores. Repasar, reestudiar y replantear es vital para el resultado final. No obstante es importante saber dejar salir ese flujo en ebullición conscientes de que ha de ser perfeccionado a posteriori.

10. La apertura y sensibilidad les expone tanto al sufrimiento y el dolor cuando existe un bloqueo como al disfrute y al placer cuando fluye el crear.

Las personas creativas son más sensitivas. La sensibilidad es una cualidad importante porque nos abre a percibir los detalles de aquello que nos rodea. Nos estimula a entusiasmarnos en la práctica de la observación, como si dejáramos una puerta abierta hacia nuestro mundo.

Esto puede exponer más al sufrimiento a las personas creativas, haciendo un menor uso de mecanismos de defensa. Sin embargo, también las inhibe menos de cara al disfrute y el placer. Entre estos dos polos opuestos las teorías espirituales siempre han defendido que el amor y el dolor son parte de una misma moneda y que si se renuncia a una parte se renuncia a la otra. No hay posibilidad de disfrute sin posibilidad de dolor.

Por supuesto, existen estrategias para gestionar el dolor, soltarlo o entenderlo de forma que no nos afecte e incluso veamos en el una oportunidad creativa para el aprendizaje emocional. Será el uso de esas estrategias las que nos ayuden a no acabar inhibiendo nuestra esencia natural y potencial creativo en favor de la construcción de barreras contra el dolor.

David Belmonte
David Belmonte
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David Belmonte es Graduado en Marketing por la Universidad de Murcia, Máster en Inteligencia Emocional y Mindfulness por la Universidad de Valencia, Experto Creativo por la Universidad San Jorge y MBA. Con 20 años de experiencia, está considerado como el autor de habla hispana más innovador en el área de las habilidades comunicativas aplicadas a las relaciones sociales y la seducción. Creando un modelo de comunicación emocional que encontrarás en su Máster online así como en sus libros Despierta Belleza, El don de la labia y Ligar por WhatsApp.

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