Debemos aprender a mantener la calma, es nuestro sustento, pese a que nos expongamos a situaciones dolorosas. La vida es así, cuanto más la aceptemos, menos sufriremos.
Mantener la calma
Es la vida
Ante situaciones que no comprendo, a menudo respiro hondo, y cuando suelto el aire me digo a mi mismo: ES LA VIDA.
La vida hay que amarla en su baile de momentos presentes positivos y negativos. No siempre es dulce, a veces es amarga. Pero si pruebas saborear un limón, notarás una gran diferencia cuando aceptas su amargor e intentas disfrutarlo, que cuando huyes de el para poner cara de asco.
Yo lo he probado, y aunque al principio no me gustara, al final conseguí aceptar su intensidad y encontrar cierto disfrute en ella.
Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la mejor manera de adaptarse a la realidad.
David Viscott
No exijas lo que la vida no ofrece
Justicia
Para mantener la calma tienes que aceptar en la parte más profunda de tu mente que esta no siempre va a ser justa. Decirse a uno mismo que la vida no es justa, mientras se cae en un profundo pozo de frustración, es matarse por dentro.
No busques justicia con razonamientos mentales. La justicia se busca luchando por lo que quieres con todo tu empeño, mientras entiendes que nunca vas a tener pleno control de lo que te pase. La justicia y la calma se obtiene esperando lo mejor, sin depender de obtenerlo.
Puedes ver mi artículo:
Preocúpate menos, actúa más
El que procura disfrutar su ahora bajo cualquier circunstancia, no depende de obtener nada. Lucha por el amor y la pasión que siente por la vida y a la consecución de sus sueños, no por la posesión.
Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. El hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo.
Dale Carnegie
Pruébalo. Prueba intentar comprender cualquier situación que te duela, y aceptarla. Es la vida. Tú eliges como interpretar lo que te pase para que esa interpretación forme un ahora y un mañana mejor.
Hazte ya con mis libros:
¿y cuando te hacen perder la calma?
Sigue siendo la vida…
Me gusta mucho esta frase, y a menudo me la repito para darme cuenta de que la razón es totalmente subjetiva:
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
Jean Anouilh
Todo es una cuestión de perspectiva. Ingenuidad es creerse santo y pintar al otro de demonio. Cuando solo pensamos en nuestra razones. Porque no nos engañemos, nuestra mente siempre va a fijarse en los argumentos que nos hagan sentir ganadores. Ese es el mecanismo del ego. Protegerse.
La ausencia de inteligencia es equivalente a buscar la felicidad dentro de una sociedad, cuando únicamente miramos nuestras necesidades sin tener en cuenta las de los demás.
Asume el control
Tu eres quien decide con que objetivo actúas
Observa con una actitud empática y comprensiva. Revive las situaciones que no entiendes en tu imaginación en primera persona. Cierra los ojos y ponte en el lugar del otro como si hubieses sido tú, e imagina cualquier hipótesis que le haya llevado a actuar así.
Así te ahorrarás muchas guerras, porque dejarás de criminalizar al 90% del mundo (como mínimo), y dejarás de reverenciarte a ti mismo como un santo ante ellos. Pero lo más importante de todo no será eso. Lo más importante será que conseguirás mantener la calma ante el ataque de los demás. Sencillamente porque los comprenderás y los aceptarás.
Con esa comprensión y aceptación, desde la calma, podrás actuar con inteligencia, anteponiendo siempre tus objetivos a tu propio ego.
Recuerda: ES LA VIDA. Ese es el truco, respira hondo, y suéltalo todo… todo el estrés, la frustración, desánimo, o rencores… y repítete: ES LA VIDA.
#wearebrave #dresswithstyle
Demuestra atractivo con el control de la situación. A veces la ira nos hace interpretar que estamos actuando bien porque exigimos y nos volvemos agresivos. Pero solo es el ego el que nos premia por ello. Los resultados no acompañan, y después de la ira llaga el bajón. Mejor actuar desde la conciencia y la inteligencia, manteniendo la calma.
