Nuestras propias vivencias. Cada instante, momento o experiencia por simples que parezcan pueden estar cargados de sabiduría para aquéllos que están dispuestos a ver y sentir intensamente.
La persona inteligente es aquélla que puede extraer este conocimiento que nos brinda la propia naturaleza. Que está ahí únicamente por el hecho de existir. Es capaz de apartar las viejas creencias que ejercen presión en su mente. Es capaz de apartar el conocimiento que ya tiene en su memoria para que no distorsione su realidad, o de utilizarlo para crear algo nuevo adaptado al ahora. Sus percepciones son variables por decisión propia.
Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.
Immanuel Kant.
No hay mayor aventura que la de confiar en la propia inteligencia sin miedo a equivocarse. De navegar entre la incertidumbre sin miedo. Puedes sentir que navegas a la deriva, pero al mismo tiempo observarte seguro y predispuesto a afrontar con éxito cualquier desafío. Ese es el embrujo del que confía en la inteligencia, pues esa confianza en ella es lo que más hace que la elevemos a su mayor potencial.
Un verdadero sabio siempre será aquél que sea su propio maestro y fomente que otras personas consigan ser sus propios maestros, donde el momento presente y aquello que nos rodea, tanto fuera como dentro de nosotros, sea nuestra mayor fuente de inspiración.
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© BRAVE JUNGLE.
Observa, expande tu mente y rompe las barreras de lo que ya sabes. Ábrete al conocimiento que existe a nuestro alrededor mediante la reflexión.
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