El Arte de Seducir a un Hombre

Hola, gudleros y gudleras. En este artículo quiero establecer unos trucos básicos para pasar de ser una chica normal a ser una seductora natural capaz de derretir corazones con una sola mirada, capaz de seducir a un hombre.

Toda mujer tiene dentro una seductora, una diosa, una fiera…puedes llamarlo como quieras pero es así, y si sabemos sacar ese potenciar fuera podremos derretir con una sola mirada a cualquier hombre que pase delante de ti. Algunas pensaréis que es imposible si no tienes un cuerpo diez, una cara deslumbrante y unos ojos de infarto. Y yo te digo que no, que eso ayuda, pero no es lo necesario para meterte en la cabeza de un hombre hasta el punto de que solo pueda pensar en ti.

Se manejan muchos más factores como el carácter, la forma de actuar, la sensualidad, los gestos… Hay una infinidad de cosas que tienes al alcance de tus manos para ser una seductora, sólo necesitas conocer los gustos de un hombre y, por suerte, todos suelen ser muy parecidos respecto a la elección de una mujer.

Los hombres se basan en su instinto más primitivo, por eso no solo quieren unas buenas curvas, buscan algo más. Ya sabemos todas que los hombres no se fijan demasiado de manera general, pero sí que les llegan señales de manera muy inconsciente, como mensajes subliminales.

Unas de las cosas que les resultan sexy a un hombre son las siguientes:

– Actitud liberal: Muéstrate tal y como eres, sin prejuicios ni complejos, los chicos están hartos de escuchar las quejas contínuas de una mujer por no tener un cuerpo 90 60 90, cuando en realidad en lo que se fijan es más bien delante y detrás y con un poco de suerte en los labios. Eso sí, explota bien tus cualidades: un buen escote o una falda que te haga unas piernas de vértigo y lo tendrás toda la noche sin poder quitarte el ojo de encima. Pero hay que tener cuidado con los modelitos, hay una fina línea entre lo elegante y lo ordinario, una regla de oro es insinuar pero nunca enseñar. Además de que es mucho más sexy lo insinuante, dejando volar la imaginación del chico, dejas claro que no vas solo buscando guerra.

– Buen aspecto físico: Es decir, el cuidado de cada detalle de tu físico, como por ejemplo las uñas. No es lo mismo ver unas uñas bonitas y cuidadas, que unas mordidas o mal pintadas, eso sólo causa rechazo a cogerte de la mano. Otro cuidado sería el pelo, el tener un pelo brillante y sedoso muestra signos de buena salud, y resulta bastante sexy el tocarse el pelo mientras coqueteas con el chico que tienes delante. Obviamente, el chico te mirará el pelo y él también deseará tocarlo; y por el tacto que produzca entre sus dedos dictaminará si quiere volver a tocarlo o no.

– Una mirada penetrante: Hay un dicho que dice “si las miradas mataran…” Una mirada puede decir desde “lárgate de aquí” hasta “ven y bésame”. Si practicamos bien la forma de mirar podemos decir todo lo que no nos atrevemos a decir con los labios, además de poder insinuarle a un chico desde la distancia que tiene luz verde para acercarse y preguntar tu nombre. El poder de la mirada es infinito, dicen que los ojos son el espejo del alma, y lo que quieras proponer en ese momento lo puedes hacer con solo mirarlo a los ojos fijamente y hacer que te siga a cualquier parte.

– Sexualiza: A los hombres les encanta coquetear. Si les das el juego de sexualizar una conversación estarán mucho más atentos a tus palabras, juega con el doble sentido, verás como es muy divertido ver como se sonrojan. Una mujer lo tiene casi todo ganado cuando el chico ve que esa chica que tiene delante esta abierta a todo tipo de conversación y no se va a escandalizar por un poco de picardía. Ellos van con el miedo de no parecer unos cerdos, pero si juegas al juego de palabras con ellos será una conversación bastante satisfactoria por parte de los dos. Lo mejor de estas conversaciones es la química que se forma en ese mismo momento, a tal punto que no exista nada más que vosotros, crear vuestra propia burbuja y hacer cada vez más intensa esa tensión sexual que estáis experimentando y que cada vez se hace más difícil de controlar.

Cuando estemos delante de un chico y éste se ha fijado en nosotras, en ese momento somos su presa, su trofeo, por lo tanto haz que se cambien las tornas y conviértete tú en la cazadora: visualízalo como si de tu presa se tratara, sé niña pero mujer estableciendo esa pequeña fantasía de protección y a la vez morbo que tienen todos los hombres respecto a esa actitud. Les gustan mucho las mujeres de carácter duro y liberal pero a la hora de la verdad les encanta domar a una fiera, se sienten poderosos, y eso todavía los excita aún más.

Mientras hablas con él, puedes meter frases con mensajes subliminales que de manera inconsciente. Esto se filtrará en su cerebro y se convertirá en una fantasía sexual. Si consigues meterte en su cabeza de esa manera te puedo asegurar, amiga mía, que vas a tener una noche de acción bastante movidita.

Ahí es donde entra tu actitud liberal y poco común. Romper pautas a los chicos es una cosa que atrae bastante. Se quedan sin recursos y por lo tanto indefensos ante tus ataques seductores, les costará mucho trabajo no parar de pensar en ti, en tu forma de actuar, y en querer comprenderte, cosa que le será imposible y no les quedará otra que volver a quedar contigo para intentar entender tu enigma mental. También les resultará muy sexy y atrayente el ser una chica liberal sin ataduras y sin querer compromisos, eso les dará un respiro a la hora de tomar la decisión de volver a llamarte.

Los chicos no soportan los agobios, mucho menos las relaciones con chicas que acaban de conocer, por lo tanto sé tú la primera en darle a entender que pasas de ataduras sin cerrar totalmente puertas, pero poco a poco pidiéndole tu espacio. Con esa actitud de pasota creas un enganche emocional que los desestabiliza por completo. Ya no se quedará el reto en llevarte a la cama, sino en intentar comprender qué es lo que te propones y eso les llevará más sesiones contigo.

Espero que consigáis todos vuestro propósitos y que con estos consejos os sea más llevadero.

Y con esto os dejo hasta la próxima, un beso y tened Good Life.