Cómo tener labia: Los 10 consejos definitivos

En este artículo vas a aprender las 10 claves te ayudarán a no volver a quedarte sin saber qué decir.

Con técnicas que bien aplicadas, trasformaran tus conversaciones tanto en persona como en mensajes de texto.

Y sí, voy a darte ejemplos. Ejemplos reales de mis propias conversaciones como coach en comunicación y seducción desde hace más de 11 años y más de 20 años de estudio y práctica.

Y es que como tú, con solo 13 años ya odiaba quedarme en blanco.

Odiaba no saber qué decir y que esas chicas que me gustaban pasaran de mi cara.

Pero antes de empezar definamos qué es tener labia.

¿Qué es tener labia?

Tener labia es una expresión que se utiliza para describir a una persona que tiene facilidad para hablar de manera persuasiva, convincente y elocuente. Hace referencia a la capacidad de hablar con gracia, convenciendo y de un modo que resulte atractivo.

Tradicionalmente se utiliza para expresar que una persona es seductora gracias al uso que hace de las palabras así como del lenguaje no verbal que las acompaña.

Consiste en ser capaces de expresarnos con claridad, utilizar el lenguaje de forma atractiva y captar la atención de quién escuchan. Esta habilidad puede ser muy útil en diversas situaciones, no solo en la seducción. También en las ventas, negociaciones, discursos públicos y en todo tipo de interacciones sociales.

Tener labia implica no solo el uso de palabras adecuadas, sino también un buen manejo del tono, la entonación y un lenguaje corporal capaz de transmitir confianza.

Pero dejémonos de rollos teóricos y pasemos a lo que realmente te interesa.

Voy a enseñarte 10 claves que yo mismo llevo aplicando y enseñando desde hace ya 20 años y que te aseguro, transformarán tus relaciones de forma de definitiva y para siempre.

Para tener labia, observa

Para saber de qué hablar y tener una buena conversación, es imprescindible estar atentos a los detalles del contexto que nos envuelve, a la otra persona y a qué es lo que dice.

De nuestra propia observación obtendremos la información que necesitamos para comunicarnos.

Muchas personas se obsesionan con el miedo a no saber qué decir y se sumergen en su mundo mental, lo que conocemos como ensimismamiento o rumiación.

De esta forma, al sumergirnos en nuestros propios propios pensamientos, emociones o preocupaciones, tendemos a pensarlo todo demasiado, desconectándose del entorno externo.

Esto es en mayor medida lo que hace que te quedes sin saber qué decir. Ya que tus recursos mentales están ocupados en tus propios pensamientos en lugar de atender a aquellos estímulos que te rodean.

Al meterte en tu propia burbuja, es imposible que puedas tener labia.

Mucho menos que lo que digas sea congruente con lo que estás experimentando junto al otro. Y mucho cuidado, porque aprender frases de memoria todavía potencia más este cáncer y se ha demostrado científicamente que es de las cosas que más perjudican tu creatividad verbal.

Aunque de eso ya hablaremos.

De momento quédate con que, como apuntan Nardone & Watzlawick (2005): la atención plena y la observación activa pueden ayudar a las personas a superar la rumiación y el ensimismamiento, permitiéndoles conectar mejor con su entorno y con los demás.

Ahora bien, ¿cómo dirigimos nuestra atención y qué técnicas utilizamos para impulsar la labia?

Vamos a verlo.

1. Observa el contexto

El contexto es el conjunto de circunstancias que se producen alrededor de un hecho.

Si nos encontramos con alguien en un bar, el contexto será todo lo que envuelve ese encuentro: la decoración del bar, la gente y lo que hace, los camareros, etc. Incluso que los camareros tarden mucho en servir.

Imagínate ahora, que acabas de llegar a la barra de un pub para pedir y la chica que está a tu lado resopla porque no le sirven.

Eso es un estímulo. Algo que hemos observado.

¿Cómo podríamos iniciar la conversación a partir de ese estímulo?

Observa:

—Veo que para pedir aquí hay que armarse de paciencia.
—No te haces un idea. ¿No has venido nunca?
—Que va, es la primera vez que vengo a Barcelona.
—¿Y qué te trae por aquí?

¿Lo quieres más creativo?

—Veo que para pedir aquí hay que armase de paciencia. Cuidado con resoplar así que vas a levantarle la falda a alguien.
—Jajaja. Es que tardan demasiado. Veo que tú no llevas falda, chico precavido. Supongo que no eres de Escocia.
—Hay que andarse con ojo. Es la primera vez que salgo por Barcelona y uno nunca sabe qué se puede encontrar.
—¿De dónde eres?

Otro ejemplo podría ser:

—Qué curioso. Ese coche que acaba de pasar es como el que tenía mi padre cuando era niño. Qué raro que todavía quede alguno. Recuerdo que me subía a sus pies y me hacía creer que conducía. Vaya cara de tonto se me ponía y que ilusionado me sentía.

En este último en lugar de hacer humor aprovechamos el contexto para crear una conexión sentimental en base a una experiencia pasada. Además las experiencias de la infancia suelen tener un mayor impacto y crear conexiones emocionales. Aunque para eso puedes descubrir mucho más en este otro artículo sobre comunicación emocional.

Veamos un ejemplo más ligando de día:

—¡Perdona! Discúlpame si estoy un poco nervioso pero es la primera vez que me acerco a una chica a preguntarle de qué raza es su perro.

—No pasa nada, es un Yorkshire.

—Sí, la lo sabía. Lo cierto es que lo que de verdad me interesa es saber si podemos llegar a gustarnos lo suficiente como para casarnos y ver si va a ser él —señalo al perro— quien nos traiga los anillos al altar.

—Jajaja. Pobrecillo, todavía no sabemos ni nuestros nombres y ya le estás dando trabajo —contesta ella con una radiante y más que dulce sonrisa.

—Menuda educación la mía. Perdona, la curiosidad me pierde. Soy David, ¿y tú?

—Yo soy Sonia, y que sepas que nunca nadie me había dicho nada así para intentar conocerme —responde risueña.

—Por suerte, para todo hay una primera vez…

Ejemplo extraído de mi libro Despierta belleza.

2. Observa a la otra persona

Sin duda la otra persona o personas con las que estamos conversando son una gran fuente de información que nos ayudará a saber que decir para tener más labia.

Fijémonos en su ropa, sus gestos, cómo se expresa, sus comportamientos, opiniones, etc. Estos podremos utilizarlos para elogiar a la otra persona abriéndonos a exponer nuestras opiniones sobre lo que nos transmite y genera. O incluso, si te va el rollo chulito, vacilarla y divertirnos metiéndonos en uno con el otro.

Aunque este estilo de humor, muy conocido como chulifresco, lo veremos más adelante. Ya que si no queda bien contextualizado puede generar conflictos.

Veamos algunas frases de elogio:

—Siempre que hablaba contigo en el gimnasio automáticamente me subías el ánimo. Me gusta relacionarme con gente así. Personas que sabes que pase lo que pase, con su sonrisa es suficiente para contagiarte de su excitante energía.

—No me atrevería a expresar con palabras lo que me generas con ese vestido. Pero si tengo la oportunidad de perderme en tus curvas esta noche, te aseguro que no pienso pisar el freno.

—Trabajar contigo es como ir a Disneyland. Siempre hay algo nuevo para ver y aprender de esa mente prodigiosamente creativa que tienes.

3. Observa el texto

El texto no es ni más ni menos que lo que nos están diciendo así como lo que nosotros mismos estamos comunicando. Una vez iniciada la conversación, observar bien el texto evitará que nos quedemos bloqueados y no sepamos por donde continuar la conversación.

El truco es el siguiente. Observar hilos conversaciones y crear asociaciones mentales.

Esto será lo que más labia nos aporte. Observa la siguiente frase:

Vengo de hacer deporte y estoy super cansada.

Esta frase contiene cinco hilos conversacionales que hemos subrayado en negrita. Para explicarlo mejor, identificaremos cuando tiramos de alguno de los hilos y cuando no.

—(TIRANDO DE LOS HILOS) No sabía que te gustara el deporte. Aunque bueno… se nota que eres una persona que se cuida bastante (además aprovechamos para cualificar, dando a entender que nos gusta su físico)

En esta primera frase, la otra persona puede extraer varios hilos conversacionales. Principalmente, deporte y cuidarse, por lo que podría alargar la conversación hablando de esos temas.

Ahora atento, porque este es el error que muchos suelen cometer.

(ROMPIENDO LOS HILOS) Bueno ahora te das una ducha y te quedas nueva…

En esta segunda frase se rompe el hilo y corremos el riesgo de estancarnos, ya que estamos provocando una respuesta más pobre.

Veamos cómo influye estas dos frases en las respuesta de la chica.

—(TIRANDO DE LOS HILOS) No sabía que te gustara el deporte. Aunque bueno… se nota que eres una persona que se cuida bastante (además aprovechamos para cualificar, dando a entender que nos gusta su físico)
—(RESPUESTA A TIRANDO DE LOS HILOS) Mantener la línea siempre es importante. Aunque principalmente lo hago porque me apasiona. Cuando era pequeñita mis padres me apuntaron a jugar al tenis y desde entonces hago todo tipo de deportes.

(ROMPIENDO LOS HILOS) Bueno ahora te das una ducha y te quedas nueva…
—(REPUESTA A ROMPIENDO LOS HILOS) Pues sí, ahora mismo me meto bajo el agua.

¿Te das cuenta de la diferencia? Por este motivo la mayoría de conversaciones por chat se estancan y acaban en monosílabos o sin respuesta. Pero si aprendes a fijarte en los hilos conversacionales y a tirar de ellos, podrías ir llevando la conversación hacia donde tú quieres.

En este caso, podrías seguir hablando de deporte o comenzar a hablar de su infancia (nuevo hilo), que seguramente nos aporte mayor información y conexión emocional. Lo más importante es saber crear cualquier asociación relacionada.

Por ejemplo, si el deporte es una pasión para la otra persona, podemos relacionar esa pasión con nuestra pasión por la música y buscar puntos en común que unan nuestros intereses. Puedes descubrir más sobre esto en mi artículo: de qué hablar en una cita.

Evita la trampa de las frases aprendidas

Por último, la observación y la puesta en marcha de técnicas creativas como los hilos conversacionales, nos previenen de caer en la tentación de estudiar frases de memoria.

Aunque muchos alumnos preguntarán: ¿Y qué problema hay en aprenderse algunas frases para ligar?

Pues bien, el problema es bastante gordo.

Se ha demostrado científicamente que a la larga, esos recursos aprendidos destruyen tus habilidades sociales naturales. 

Eso ocurre porque la mente está diseñada para ahorrar recursos, ya que es el órgano que más energía consume del cuerpo. Cuando le das frases aprendidas y muestras confianza en estas frases, más que en tu propia improvisación, automáticamente se lanzará a hacer uso ellas para ahorrar recursos.

Así, en lugar de actuar de forma original y adaptada al contexto, llega un punto en que a su mente solo vienen esas frases.

Lo he visto en cientos de alumnos.

Al darse cuenta de que esas frases no casan con el contexto y queda ridículo decirlas en ese momento, buscan otras frases o intentan improvisar, pero su mente solo les da más frases aprendidas porque no han desarrollado su propia creatividad verbal.

Irremediablemente, esto les lleva a saturarse y quedarse en blanco.

De esta forma, lo que en un primer momento te podía ayudar a tener más confianza, pensando que esas frases ligarían por ti, a la larga, hace que tengas menos labia.

Para evitarlo practica recursos creativos como los que te estoy enseñando o descarga gratis El don de la labia. Mi libro de 200 páginas de contenido científico con ejemplos en el que te doy las 26 claves más importantes para desarrollarla.

Habilidades de comunicación

Como recoge Daniel Goleman en su libro Inteligencia social: «Las habilidades de comunicación son más importantes que nunca en el mundo actual. Desde la persuasión hasta la negociación, dominar estas habilidades puede abrir puertas y crear oportunidades.»

Para tener más labia y disfrutar de conversaciones largas y agradables, distinguimos dos habilidades de comunicación básicas: la empatía y la asertividad.

4. Empatía

La empatía es la capacidad que tienen las persona de ponerse en el lugar de las otras para así comprenderlas y aceptar sus comportamientos. Y es que al ponernos en su lugar podemos averiguar e intuir qué es lo que esta persona siente o piensa.

Esto nos ayuda a extraer una gran cantidad de información intuitiva que nos permite ser persuasivos y ajustar nuestros mensajes a los intereses del otro.

Además nos sirve para evitar malentendidos y conflictos indeseados.

No vivimos solos en el mundo. Parte del dulce sabor de la vida se encuentra en comprender y hacer disfrutar a los demás con nuestra presencia. Pudiendo ser tú una de esas vocecitas que siempre aporta ánimo y contagia sus ganas de vivir a quienes le rodeen.
David Belmonte

Por otra parte, si esa otra persona siente que te preocupas por ella, la escuchas y que la comprendes (escucha activa), estará más interesada en extenderse más en sus charlas y a su vez esto dará lugar a más y más hilos conversacionales.

Veamos un ejemplo.

Imagínate que estás en el gimnasio y observas que una chica pasa cerca de ti mirando la máquina que estás utilizando. Algo que a ti también te habrá pasado antes, molestándote que justo la máquina que necesitas esté ocupada. Entonces, empatizas con ella y le dices:

—Si la necesitas podemos turnarnos.
—Genial, me haces un favor porque hoy está todo petado.
—Los lunes son terribles. A mí me toca quemar excesos del fin de semana.
—Como a todos. Yo estuve este finde de viaje con una amigas y no veas.
—¿Estuvisteis en el Congo o más cerca?
—Jajaja. Más cerca, en una despedida de soltera en Albacete.
—Yo también tuve una despedida en Albacete hace dos años, en las fiestas se lía una buena. Por cierto, soy David.

A partir de aquí, recuerda recurrir a los hilos conversacionales y atiende a un punto fundamental en el que veo que la mayoría de la gente falla. Apunta. Extiéndete en un tema central que te sirva de soporte para recurrir a él.

Un tema central es un tema de conversación que da pie a que la conversación se extienda alrededor de ese tema. Una ejemplo serían los viajes.

En esta conversación se habla de la ciudad de Albacete en una despedida de soltera. Pero podríamos alargarlo hablando de otros ciudades en las que hayamos estado de despedida de soltero, de lo que nos gusta viajar, de cosas que hayamos aprendido en esos viajes, etc.

Es decir, cogiendo el tema de conversación de los viajes como base, vamos enlazando hacia otros muchos temas.

5. Asertividad, humor y gestión del rechazo

La asertividad es una habilidad de comunicación que se sitúa en un punto de equilibrio entre la agresividad y la pasividad. Considerándose la más proclive para establecer conversaciones duraderas y cómodas.

Las personas pasivas suelen tener poca labia debido a su miedo a no ser aceptadas, mientras que las agresivas tienden a hablar en exceso y dar lugar a conflictos. Conflictos que su vez desgastan, lo que puede acabar generando conductas pasivas ante el miedo de hablar y meter la mata.

La asertividad es pues la reina de la labia.

Encontramos un equilibrio donde podemos expresar nuestras opiniones e intereses al mismo tiempo que respetamos las de los demás. Y de igual modo, nos hacernos de respetar tanto por esas opiniones como por nuestros comportamientos.

Aunque lo más interesantes de todo, es cuando combinamos la asertividad con el sentido del humor y la gestión del rechazo. Usando el humor para ofrecer respuestas atractivas y desconcertantes que desarmen y seduzcan a la otra persona.

Veámoslo con un ejemplo extraído de mi curso ligar de 0 a 100, autenticidad 100%:

—Juraría que eres brasileña, ¿me equivoco?
—(Ella mira con indiferencia y no responde)
—¿Te resulto peligroso o algo? Salí de una convento hace 4 días. Mis mejores amigos son dos curas y tres monjas entradas en edad. Además llevo a Dios en el corazón. ¿Es que no eres católica?
—¿Qué coño dices tío? —responde ella medio riéndose y sonriendo por primera vez.
—Nada, si es que cuando me dejo la biblia en casa todo me sale mal. Resuelve mis dudas al menos. ¿Brasileña y religiosa?
—Soy Colombiana y Atea. No sé si biblia en mano tienes más suerte pero no has dado ni una —responde entrando al juego mientras las risas se acentúan por parte de los dos.
—Biblia en mano tengo la misma suerte, ninguna. Dios debe estar muy liado con el papeleo porque no me ayuda nunca. Me voy a hacer ateo también. ¿Vives ahora en España?

Como ves, no ofendernos y optar por actitudes asertivas con sentido del humor nos ayuda a soltar nuestra labia y a hablar más.

Así sentimos que podemos defendernos de una forma atractiva y segura, perdemos el miedo a equivocarnos o a que se metan con nosotros. Además, lo que más destruye nuestra autoestima y con ello nuestra labia, es depender demasiado de la opinión de los demás.

Al ser más capaces de responder sin dar lugar a conflictos y malas sensaciones, ganamos confianza y con ello, labia.

6. Comunicación emocional

La comunicación emocional es la expresión externa de nuestra percepción de la realidad tal y como nosotros la sentimos y experimentamos. Es el tipo de comunicación más eficaz para mejorar la labia, dentro de la cual se encuentra el sentido del humor.

Su poder se mide en lo que se comunica con las emociones. Es decir, en las sensaciones y emociones que despertamos en los demás con lo que les decimos.

Veamos un ejemplo para entender el concepto:

—¿Qué majestuosa labor desempeñas en esta vida? —pregunta él con un tono rimbombante que me hace reír.

—Siempre me ha gustado servir a los demás e imaginar qué pueden estar viviendo. ¿Te ayuda esa pista a adivinarlo? —respondo coquetamente sin quitar la mirada de sus ojos mientras juego con mi copa.

—Las adivinanzas nunca se me han dado nada bien pero no me verás huir con el rabo entre las piernas —suelta con gesto atrevido—. ¿Qué más puedes contarme que me ayude a averiguarlo?

Me río con cierta timidez escondida y mal fingida. Me siento con con- fianza y con ganas de provocarle. De jugar a la verdad y a los castigos.

Él me sigue el juego con una ardiente y endemoniada sonrisa.

—Ya te he dado una buena pista. No me niego en rotundo a darte una segunda pero creo que ahora mismo te toca a ti. Es lo justo.

Sigo avivando la estimulante imprevisibilidad del juego, esta vez con un tono más divertido y desafiante.

—Vale, ¡te lo pondré fácil! Soy un transportista de sueños. Me encargo de que las fantasías que nacen en un punto A terminen por materializarse en un punto B.

—¡Hum! ¿Qué eres? ¿Una especie de guía espiritual de emociones fuer- tes?

—Más o menos —responde risueño—. Soy taxista. De esos a los que les gusta imaginar que transporta grandes historias sobre sus ruedas.

—¡Qué fuerte! Eres un copión en toda regla…

—Tú has sido la que me ha dado paso primero.

—Yo trabajo como camarera y muchas veces me pregunto qué hay detrás de cada persona. Por ejemplo, veo una pareja y me pregunto: ¿en qué parte de su historia juntos estarán? ¿Qué les habrá traído hasta aquí?

—Veo que los dos compartimos la misma mirada de belleza ante las cosas cotidianas. Me tienes embobado escuchándote…

¿Quieres saber cómo tener labia?

Si aprendes a comunicarte emocionalmente expresando tus sentimientos, tal y como hacen las mujeres en sus largas conversaciones entre amigas, tus conversaciones se harán mucho más largas y conectarás mejor con las personas.

Influencias

Nuestras influencias consisten en todo aquello que nos aporta los temas de conversación concretos de los que vamos a hablar. Influyendo a su vez en la riqueza o en la creatividad lingüística que poseemos al hacer uso de las palabras.

7. Temas de conversación

Pare tener labia cuanto más capaces seamos de hablar sobre multitud de temas de conversación mejor. Sobre todo si seguimos ciertos consejos que harán que cualquier tema pueda resultar estimulante.

Para conseguirlo es vital tener conocimientos y experiencias que compartir. Habrá conversaciones en las que podamos aportar cosas que hemos leído, escuchado en un podcast, que nos hayan dicho, que hayamos visto o que nos hayan pasado.

Lo bueno es saber un poco de todo, encontrar la posible relación que pueda haber entre temas de conversación, o incluso preguntar si no sabes. A todos nos encanta enseñar lo que sabemos y debatir distintos puntos de vista. No tengas miedo en preguntar cuando no sepas y busca la relación que puedan tener esos temas con otros que si dominas.

8. Creatividad comunicativa o hablar con gracia

Cuando hablábamos al principio de este artículo de qué era la labia, decíamos que además de comunicar mucho, era comunicar con gracia. Esto se conoce como creatividad verbal en los estudios de psicología y es algo que se puede desarrollar rápidamente siendo persistentes y rodeándonos de buenas influencias.

Para conseguirlo te invito a impartir mi Máster en comunicación y seducción 100% online. En el aprendemos con cientos de ejemplos como el que te dejo a continuación.

Ejemplo de conversación con labia:

—Estoy totalmente en contra de la violencia. Lo que hace falta es más amor y no tantas guerras —espeta ella reflexiva.

—Mmmm, depende…

—¿No estás de acuerdo?

—A veces hace falta un poquito de guerra. Yo estaba pensando en declarártela de un momento a otro —coqueteo con tono sexual mientras la miro a los ojos.

—Conmigo saldrías perdiendo. No estás preparado, te hacen falta por lo menos 3 o 4 veranos —responde ella vacilando.

—Veo que has meditado detenidamente tus capacidades para la victoria. Igual lo estabas pensando más que yo —le devuelvo el vacile.

—Tú has sacado el tema.

—Es un tema que iba a acabar surgiendo. Aunque antes de entrar en esa batalla, estoy de acuerdo contigo.

—¿En qué?

—En que hace falta más amor y menos guerras. Para mí lo fundamental es que sintamos esa consciencia en la que comprendemos a los demás y los amamos como a nosotros mismos. Igual que defendía Jesús.

—¿Eres católico?

—Soy fan de Jesús, más que de Cristiano Ronaldo. El futbol no me va.

—Jajaja. ¿Entonces eres fan de Jesús, te va vivir con amor y a su vez, quieres enfrentarte en batalla conmigo?

—Las batallas son necesarias para defender el amor. Igual que no puedes dejar que haya criminales en las calles, porque de esa forma se acabaría perdiendo el amor. Como un virus se toxificaría todo… Igual que eso, entrar en batalla contigo, tenerte muy cerca y sentir tu cuerpo. Notar tu respiración. Es una batalla necesaria. Aunque me muerdas un poco.

—¿Y por qué es una batalla necesaria?

—Para que dejes de hacerme preguntas absurdas y disfrutes de todo lo que voy a darte. ¿Amar es dar no? —termino susurrando muy cerca de ella justo antes de besarla.

En este caso hemos hecho uso de varios recursos que explico en mis formaciones.

Humor, vacilar, hablar de temas profundos, comunicación sexual. En el Máster encontrarás 240 clases con más de 40 horas de contenidos. Todo con un plan de solo 15 minutos al día basado en la neurociencia para que consigas multiplicar tu labia en pocos meses y para siempre.

Y no solo para ligar, sino para hacer amistades, tener mejores relaciones personales y laborales, hacer exposiciones en público, vender o ganar más dinero gracias al poder de la comunicación.

Demostrado por Harvard como el principal factor para el éxito personal y profesional.

Actitud

9. Genera emociones positivas

Una actitud alegre y motivadora es indispensable para tener labia, provocando un gran cantidad de estados positivos para que sepamos qué decir en cada momento y cómo hacerlo de una forma más graciosa.

Todos queremos estar con personas que nos entusiasmen y nos motiven a sumergirnos en lo bello que es vivir.

Una buena sonrisa es la llave de muchas puertas. Cuando hables con los demás procura evitar la queja y hablar de aquello que te frustra, pues la enfermedad de la angustia y tremendamente contagiosa. La mejor forma de combatirla es centrando nuestro foco en lo que embellece nuestros días, no en lo que los perturba.

Si un tema de conversación genera emociones negativas o puede derivarse en conflictos inútiles, pregúntate si es realmente necesario hablar de él o se puede evitar. Recurre a la empatía y a la asertividad antes vistas y procura mejorar tu autoestima todo lo que puedas para evitar malos rollos que no llevan a nada.

10. Apuesta por la autenticidad

Necesitamos que nuestra mente esté despejada para que podamos tener mucha labia y ser naturales. Fluir sin que nuestra mente esté obsesionada con aquello que queremos conseguir.

Nada atrae más que la autenticidad.

Para conseguirlo es necesario aceptarnos tal y como somos y a partir de ahí confiar en nuestro desarrollo. Puede que actualmente no estés siendo como desearíamos ser. Es un sentimiento que todo el mundo tiene, incluso aquellos más exitosos.

Estamos programados para querer más y más. Para motivarnos al movimiento del cambio constante.

Eso es bueno, es positivo querer mejorar, pero siempre y cuando eso no amargue nuestro presente.

Para que eso no nos pase tenemos que aceptarnos y amarnos cada día. Eso nos aportará la seguridad que nuestra mente demanda para que los miedos y las inseguridades no cohíban nuestra labia. Es ese miedo al qué pensarán de nosotros lo que nos hace callarnos impidiendo que nuestra labia natural expanda sus alas.

Por tanto, despeja tu mente y sé natural. Aunque al principio al aprender algo nuevo te cueste.

Puedes utilizar mis meditaciones guiadas en MP3 para aliviar los pensamientos de tu mente y dejarte llevar con mayor fluidez en tus relaciones sociales.

Y esto es todo por hoy.

Si todavía no lo has hecho, descarga El don de la labia en PDF o Epub.

Te espero en mi newsletter para darte muchos más consejos que te lleven a multiplicar tu labia 😉

David Belmonte
David Belmonte
https://bravetys.com/
David Belmonte es Graduado en Marketing por la Universidad de Murcia, Máster en Inteligencia Emocional y Mindfulness por la Universidad de Valencia, Experto Creativo por la Universidad San Jorge y MBA. Con 20 años de experiencia, está considerado como el autor de habla hispana más innovador en el área de las habilidades comunicativas aplicadas a las relaciones sociales y la seducción. Creando un modelo de comunicación emocional que encontrarás en su Máster online así como en sus libros Despierta Belleza, El don de la labia y Ligar por WhatsApp.

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