Aceptación: Acéptate, progresa y potencia tu autoestima

¿Qué es la aceptación?

La aceptación es la capacidad que tenemos las personas de apreciarnos y valorarnos positivamente tal y como somos en el momento presente. De ahí que sea un pilar fundamental para mejorar la autoestima. Aunque su práctica no se limita a la aceptación de uno mismo. También se practica de forma externa, aceptando las circunstancias que nos nos rodean y aprendiendo a valorarlas de forma positiva tal y como son y vengan como vengan…

Muchos apuntan a que el centro de los problemas psicológicos es el ego. Siendo este nuestro principal enemigo de cara a practicar la aceptación de sí mismo. No obstante, la clave no está tanto en intentar erradicar el ego (la identificación con lo que creemos que somos), cosa muy poco probable, sino en educarlo y aprender a gestionarlo.

Aceptarse a uno mismo

El pilar fundamental para evitar el autosabotaje

Junto a la pasión y el entusiasmo, el ego es uno de los mayores impulsores de la superación personal. Es lo que nos motiva a querer ser más y mejores de lo que ya somos.

Sin embargo, sin la práctica de la aceptación, se vuelve completamente incontrolable y destructivo. Siendo la aceptación la que nos permite controlarlo sin atacar a nuestra autoestima. Favoreciendo esto a que podamos cambiar aquello que no nos guste sin el peso del autosabotaje.

Los problemas cotidianos tienen el peso que nosotros queramos otorgarles. Así una persona que no se acepta, ante un insulto, rechazo o provocación de cualquier tipo, hará saltar su ira a través del ego. Mientras que una que sí practica la aceptación conseguirá no implicarse con ese estímulo provocador.

Dicho de otra forma, aceptarnos a nosotros mismo hace que los juicios pierdan peso sobre nuestra psique. Siendo menos proclives a perder el tiempo reprochándonos nuestros fallos o que nos afecten las opiniones negativas que los demás puedan tener de nosotros.

Hazte inmune a los ataques

Canaliza tus emociones y reacciones con inteligencia

Imaginemos ahora que nos vamos de ligue en una mágica noche veraniega y tras acercarnos a una chica, ésta nos recibe con agrado irónico (o sea, como una gilipollas, pero con ingenio):

–Lo siento, pero no quiero conocer chicos aburridos y tú tienes cara de aburrimiento a 5 kilómetros a la redonda.

–Fíjate, lo mismo me dijo el médico cuando nací. De hecho, lo curioso de todo esto, es que lo pusieron en el acta de nacimiento. ¿Cómo pueden ser tan cabrones? Además en grande y con mayúsculas: CARA DE ABURRIDO. Creo que por eso odio los hospitales…

–Jajajaja, ¡si es que tengo buen ojo! Aunque bueno, yo también odio los hospitales

–Pues yo te hacía a ti de enfermera sexy, como engañan las apariencias…

De este modo y gracias a la aceptación, conseguimos no “entrar al trapo” evitando así un posible conflicto. Pudiendo destacar de forma atractiva gracias a una muestra de elevada autoestima al no dejarnos afectar por su insulto. Mágica aceptación… cuántos beneficios puede acarrearnos.

Gracias a la aceptación afrontarás mejor cada situación

Muchas veces me preguntan cómo solventar problemas que, aunque en el pasado tenían sentido para mí, ya hace tiempo que dejé de darles importancia. Eso no significa que esos problemas dejen de aparecer en nuestras vidas, seguirán apareciéndonos dificultades y situaciones complicadas. La diferencia está en que no podrán amargar nuestro presente (o al menos no tanto). Además de eso tendremos la capacidad de mantener la calma en todo momento.

¿Y si se ríen de mí? ¿Qué pasará si me sale mal? ¿Y si me engañan? Toda esta clase de preguntas vienen del ego, y si aprendemos a controlarlo y a amarnos profundamente, todo este torbellino de pensamientos inseguros dejará de atacarnos. Ningún insulto, rechazo u ofensa podrá dañarnos.

El miedo se disipa pues nuestro “yo” deja de necesitar protección y aprobación externa. Entonces una inmensa naturalidad e inteligencia crece en nosotros y nos hace sentirnos completamente libres y preparados para navegar firmemente entre los desafíos de la vida.

¿Te acuerdas de Albert Einstein?

Evita caer en la trampa de compararte buscando la perfección

Las mayoría de las personas tienen tendencia a compararse con los demás. Lo peor es que en lugar de comparar todo lo positivo que tienen, la tendencia suele ir orientada a comparar sus puntos negativos contra los positivos que tienen los otros.

Albert Einstein tenía una memoria espantosa, tanto que llegaba a inventar el mismo producto dos veces y su mujer tenía que recordarle que ese producto ya estaba en el mercado desde hace tiempo. Está demostrado que inteligencia y memoria no tienen porque ser buenas amigas. Pero ¿os imagináis a Albert Einstein frustrado, amargado y cargado de celos por alguien corriente que posea una buena memoria?

Pues bien, esto suele pasarle a muchas personas todos los días, quienes valorando los puntos fuertes de los demás pierden de vista los propios. O lo que es lo mismo, otro cubo de lejía a la autoestima sin necesidad, pero no lejía de esas que hay ahora que respetan la ropa no… de las que destiñen y la queman.

Aprecia la belleza de las diferencias

La ilusión sobre la perfección individual en todos sus puntos nos lleva a que realicemos comparaciones ridículas. Evita caer en esta trampa y observa la inmensa belleza que tiene el que todos podamos ser diferentes en rasgos y opiniones. La gran belleza de la diversidad. La utilidad que podemos aportarnos unos a otros siendo distintos.

Mucho más sano sería aprender de esos puntos fuertes que tienen los demás desde la apreciación y la admiración. Tomando como punto de partida la aceptación y el amor que podemos tener hacia nosotros mismos. De esta forma las influencias de los demás nos permitirán aprender y crecer con confianza, pasión y entusiasmo, en lugar de hacer con envidias y rencores.

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Que tu felicidad no dependa de tus logros

Por otro lado, la actitud de comprarse motiva a las personas más luchadoras y enfocadas en la competitividad, cuyo ego suele ser fuerte, a superarse cada vez más. Sin duda para acabar ganando en la comparativa. Mientras que las menos luchadoras conviven frustradas por su sentimiento de inferioridad.

Ambas posturas pueden ir cargadas de envidia, odio o resentimiento. Y aunque los resultados son distintos, en cualquiera de los dos casos la felicidad se torna dependiente del exterior y esclava de nuestros logros para sentirnos bien. Lo cual dificulta el poder mantener una autoestima constantemente elevada, pues esta será esclava de lo bien o lo mal que nos vaya fuera.

Libérate de los muros

Aleja los fantasmas del pasado y abrázate a un crecimiento libre de obstáculos

liberacion

Nos podemos equivocar, podemos tomar malas decisiones, pero si nos anclamos en nuestros errores del pasado, seremos fieles esclavos de ellos. Nuestras percepciones de la realidad actual, de nuestro presente, se verán distorsionadas.

Tu misión, visión, creencias y valores endulzan tus decisiones y sentidos cuando se basan en saborear los azúcares del presente. Cuando nuestra misión de vida, aquello que le da sentido a todo lo que sentimos y hacemos, se basa en disfrutar el ahora, una nueva naturalidad y seguridad psicológica nos recoge entre sus brazos.

Acepta que la vida no entiende de tiempos perdidos. El tiempo no se desperdicia, se invierte o se disfruta. Los tiempos de tristeza y desánimo sirven para meditar y crecer, retomar pasiones y alcanzar nuevos niveles de conciencia para salir reforzado. Amanece cada día con una sonrisa y optimismo renovado, porque cada día nace algo nuevo en ti. No existe el tiempo perdido para quien intenta enriquecer cada momento de su vida.
#wearebrave

Muchas personas no tienen unos valores ni claros ni sanos ni flexibles, lo que les lleva a grandes fracasos, malestar psicológico y la pérdida de identidad. Nos equivocamos y nos frustramos diciendo cuán desgraciados somos. Pero es en nuestros errores cuando más crecemos. Son ellos los que nos hacen reflexionar y aprender. Acéptalos. De nada sirve seguir estando atado a los errores del pasado y que nos amarguen nuestro día a día sin sentido. Deshazte de esa carga innecesaria. Compréndelos, acéptalos, y sigue adelante sin sus distorsiones, viviendo plenamente en el presente en base a esa aceptación y a unos valores sólidos y reflexionados.

Una conversación sobre la aceptación

conversacion

–Hola, ¿qué tal? me gustan mucho tus publicaciones, se ve que se te da bien. Yo tengo una duda, soy muy positiva e intento ver las cosas siempre desde esa perspectiva. Pero hay veces y situaciones en las que me cuesta hacerlo… lo intento, lo hago, pero me cuesta… no sé, ¿qué consejo me darías para en dichas situaciones poder pensar positivamente también?

–Hola Ana. ¡Gracias! Lo que te ocurre es perfectamente normal. Cuando te vengan pensamientos negativos intenta enfocarte en lo positivo. Todo en la vida tiene una parte positiva y otra negativa.Nuestra positividad es dependiente de nuestras percepciones. Percepciones que son distintas según los individuos. Simplemente cuando vengan esos pensamientos intenta no identificarte demasiado con ellos, puedes practicar meditando, concentrando tu centro en otra parte que no sea tu mente y observando esos pensamientos negativos desde fuera. En cualquier caso, medites o no, céntrate en la parte positiva de las cosas e intenta trasformar lo negativo en positivo. A lo largo con esa actitud cada vez los pensamientos negativos se suceden con menos frecuencia.

–¡Muchas gracias! Sí, estoy intentando meditar, y es que siempre veo lo positivo pero hay situaciones que me cuesta… Aunque lo acabe logrando pero me cuesta y eso me genera malestar y estar de bajón….

–Está muy bien Ana que tengas ese afán de desarrollo personal y progreses en lo que deseas. Pero la vida siempre nos presenta retos, y una vida perfecta es aburrida. Acepta y celebra que siempre tengamos nuevos retos que superar, y no te frustres porque no siempre consigas exactamente lo que quieres o cómo lo quieres, o incluso cuándo… jaja. La felicidad depende mucho de esas percepciones que te comento. Si tú percibes que estás mal, quizá realmente estés mejor que el 99% de la población mundial. Pero sentirás lo que percibas.

–Pffff…. Jajaja, me cuesta controlar mis emociones y que no logren dominarme… Especialmente las negativas. Que cuando son positivas parezco una cabra loca muy contenta y feliz… Pero ya cuando entran las negativas me desequilibran… No sé. No me gustan. Intento eliminarlas y es que no puedo…Y de ahí que me frustre…

–Las emociones negativas no se pueden eliminar, simplemente se pueden reenfocar, prevenir, o gestionar. La idea es gestionarlas mejor. El conocimiento también ayuda muchísimo incrementando tu consciencia. El autocontrol de las emociones se educa, pero observándolas y aconsejándote a ti misma, procurando no identificarte con eso negativo. Pero no intentes eliminarlas porque claro, es muy poco probable que lo consigas, pues son energía y la energía se puede modificar, pero no destruir, y luego te frustrarás al ver que no avanzas. Incluso esa obsesión por eliminarlas puede provocar el efecto adverso, incrementarlas, dado que le otorgas más espacio en tus pensamientos.

–¿Y cómo las gestiono? ¿Cuál es la mejor manera? Yo hablo mucho conmigo misma y si por ejemplo algo me preocupa y me da ansiedad pienso y me pregunto, a ver, ¿qué te da ansiedad? ¿de dónde proviene ese sentimiento? y una vez que lo identifico me pregunto, ¿tiene solución? ¿cuál es? pero claro, luego hay otros sentimientos como el miedo o la frustración que ya me cuestan más… Quiero aprender a dominar esos sentimientos negativos, a no permitir que mis pensamientos dominen sobre mí. Estudio psicología, entonces lo intento por lo que sé y por lo que he leído en artículos y tal, pero es muy fácil decirlo y a la hora de hacerlo es muy complicado…

–Y que lo digas jajaja. La teoría está muy bien pero la práctica es otro cantar. La gestión emocional es muy muy, muy complicada. Sólo con el tiempo se consigue alcanzar cierto nivel de dominio. A mí cada vez me cuesta menos, pero para mí hay algo muy importante que creo que es lo que te está faltando a ti. Y es la aceptación. Sin la aceptación es imposible no frustrarse. Acepta positivamente y de una forma que te motive a mejorar, pero no te exijas por exigir o siempre habrá algo que te frustre, pues los seres humanos siempre estamos en buscado nuevos retos y las necesidades van variando. Empieza a practicar la superación desde la aceptación.

–¿Aceptar lo que me está pasando? Aceptar ese miedo o esa ansiedad? ¿Y cómo? Diciéndome, vale acepto que me siento así… ¿y ahora qué? ¿Dejo al sentimiento convivir conmigo hasta que se vaya? es que eso es lo que me cuesta entender… El cómo aceptar.

–Aceptar mediante la comprensión. Comprendo lo que me pasa, lo entiendo, y lo acepto. Por ejemplo, decirse a sí mismo: sentir ansiedad ante lo que me acaba de ocurrir es perfectamente normal. No pasa nada. Voy a ver cómo puedo aprender de esta situación para sacarle el máximo partido a esta experiencia. Simplemente lo aceptas y lo comprendes. Con eso modificas tu percepción. Ya no lo percibes como que haya algo mal en ti y que tengas un problema, sino como que es algo normal y forma parte de la vida. A partir de ahí si ves que puedes mejorar algo de alguna forma, ¡lo haces! Pero desde esa aceptación. No sé si me estas entendido bien jaja. Es algo complicado de explicar. Cuando lo sientas y lo vivas lo entenderás.

–O sea, cuando me entra ansiedad, por ejemplo, me siento y pienso: a ver esto es algo normal, ¿qué puedo aprender? El sentimiento está porque debo aprender algo… ¿No? O sea, en vez de pensar en superarlo o controlarlo, ¿pienso en que puedo aprender de él? Que complicado es… pero lo lograré jajaja

–Jajajaj, puede que haya algo que aprender o puede que no. La aceptación nos sirve para no estar amargándonos la vida, básicamente, jajaja. Luego podemos valernos de los puntos positivos que nos presentan las malas experiencias para ayudarnos en esa aceptación o para crecer.

–¿Y si no hay nada que aprender qué haces? ¿Cómo lo enfocas?

–Si no hay nada que aprender ni nada bueno que sacar, pues nada, lo aceptas y a otra cosa. No sirve de nada anclarse en una emoción negativa sin solución. Si no, estaríamos viviendo en el pasado y atándonos a amarguras innecesarias.

–Ummm. Me encanta esto… Jajaja, y se ve que es muy complicado… Mira que soy optimista y acepto los malos momentos, ¿no? Pero a veces ya cuesta… Jejeje ¡Gracias!

–Jajaja, el desarrollo personal siempre está cargado de retos, pero solo eso hace que mole más…

bravetys

#wearebrave #alwaysbeatyourself

Pase lo que pase, acéptate y ámate. Esas son tus mejores cartas para afrontar cualquier desafío. También lo son para exprimir cada momento con pasión. Evita el aburrimiento de la perfección, y mira hasta donde puedes llegar desde el amor hacia donde ya estás.

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David Belmonte
David Belmonte
https://bravetys.com/
David Belmonte es Graduado en Marketing por la Universidad de Murcia, Máster en Inteligencia Emocional y Mindfulness por la Universidad de Valencia, Experto Creativo por la Universidad San Jorge y MBA. Con 20 años de experiencia, está considerado como el autor de habla hispana más innovador en el área de las habilidades comunicativas aplicadas a las relaciones sociales y la seducción. Creando un modelo de comunicación emocional que encontrarás en su Máster online así como en sus libros Despierta Belleza, El don de la labia y Ligar por WhatsApp.

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  • MARAVILLOSO ARTICULO DAVID, CON UN CONTENIDO MUY ENRIQUECEDOR Y UNA MANERA DE EXPRESAR MUY CLARA Y ACERTADA. DE NUEVO, GRACIAS POR ESA LUZ Y ORDEN QUE PONES EN MI CAMINO CADA DIA QUE APARECES¡¡¡¡UN GIGANTESCO ABRAZO….Y A VER CUANDO TE LO DOY EN PERSONA¡¡¡¡

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