Imaginar es crear.

Nuestra educación, citando a Daniel Goleman, ha dejado de lado el hemisferio derecho con la cantidad innumerable de herramientas que ofrece a través de la imaginación y muchas otras para mejorar nuestras vidas. Reaprender a soñar, seis razones para volver a imaginar.

6 RAZONES

1. Imaginar es real y útil

Tendemos a utilizar la imaginación conscientemente para evadirnos de una realidad que nos sobrepasa. Convirtiendo así imaginación en fantasía, entonces desvirtuando el poder de esta. Imaginar es real porque tu mente inconsciente admite como real desde la fantasía más onírica hasta la verdad de la mesa en la que comes. Para tu inconsciente, imaginar y experimentar, es lo mismo. Añadiendo, nuestra mente inconsciente genera más del 90% de la realidad que vivimos.

El inconsciente es un mundo hecho de imágenes, de metáforas y de arquetipos. Es nuestro aliado, se muestra a través de sueños y de gente que aparece en la vida. Nos da cosas, nos manda mensajes… El inconsciente no es traducible, es totalmente caótico.

Sigmund Freud, médico y científico, trató al inconsciente como “una selva”. Consideraba que el hombre es un animal que habla. De ahí que utilizara la razón para llegar al inconsciente. Trató de alcanzar al inconsciente usando la palabra. Pero el inconsciente no entiende las palabras, ahí se equivocó.

Nos podemos valer de la imaginación para que a través de la imagen este vaya captando que crear y esta vez, desde nosotros mismos para nuestro propio beneficio. De esta forma irás insertando en tu inconsciente aquello que quiere conseguir, para que con su +90% de influencia en nosotros lo vaya creando sin esfuerzo aparente, más que el del placer del imaginar.

2. Imaginar es crear

La física cuántica postula que todo lo que te rodea en realidad está vacío. El 99’9 de todo lo que te rodea es vacío y sólo existe un 0’1% que es lo que da forma a todo aquello que ves. Todo es energía en constante vibración, alineándose y orquestándose a través de ti misma/o.

Cuando imaginamos, estamos creando. Es así de sencillo. Cuando una persona empieza a imaginar, a través de una imagen y un sentimiento, orquesta energía en el universo para un fin. Einstein postuló, que la energía ni se crea ni se destruye. Imaginar algo es crearlo en alguna parte del universo. Entonces, sólo bastará creerlo como real, pensarlo y sentirlo como tal, para que eso se genere en nuestra realidad. Así funciona cuando creemos que fracasaremos en algo, fracasando. Así funciona para que tu puedas elegir el resultado del que disfrutarás.

3. Imaginar para resolver tus problemas

Normalmente cuando nos enfrentamos a un nuevo problema o situación que nos genera dudas, nuestros patrones mentales propios nos ofrecen caminos de reacción que ya conocemos. Los patrones mentales son rastros de memoria en tu tejido celular que funciona como una unidad de pensamientos que generan una reacción determinada frente a distintas situaciones. El imaginar nos da un nuevo enfoque creativo desarraigado de nuestros patrones rígidos, limpio. Con el pensamiento lateral, bautizado por Edward De Bono, sería posible romper con este patrón rígido, lo que permitiría obtener ideas mucho más creativas e innovadoras para representar todos esos caminos alternativos o desacostumbrados, que permiten la resolución de los problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo.

Por ejemplo, ¿Cómo resolverías este problema?

Un hombre yace muerto en un prado. Cerca de él hay un paquete cerrado. No hay ninguna otra criatura en el prado. ¿Cómo murió? (Escribid solución en comentarios )

También podemos ante un problema o situación determinada imaginar pensar Como esa otra persona que conocemos. Eso hace que accedamos a un registro de patrones distinto que quizás nos pueda alimentar. Pruébalo. Imaginar y sus miles utilidades…

4. Imaginar para crecer

Esta técnica, llamada modelaje, se utiliza mucho en ProgramaciónNeuroLinguística (PNL) para el desarrollo personal. A través de la imaginación podemos representar en nuestro lienzo mental aquella versión potenciada, mejorada y sin las carencias actuales de nosotros mismos para que nuestro inconsciente, a través de la imagen y la emoción, vaya aceptado esta nueva versión y poniéndola en ejecución. Así el gigante que hay en nosotros comenzará a trabajar a nuestro favor y nos iremos acercando paulatinamente a nuestra mejor versión a través del placer de imaginar.

5. Imaginar para ti mismo

El inconsciente colectivo del que tanto habló Carl Jung tiene un peso enorme dentro de nosotros mismos. Desde los medios de comunicación, tu herencia familiar o tu circulo social programan tu mente inconsciente y consciente para que exista crisis, desempleo, guerra, insatisfacción y miles de programaciones negativas que hacen que tu  lo creas como verdadero, y por lo tanto, lo manifiestes como una verdad en tu realidad. Aquello a lo que das energía aumenta. Así tu mente inconsciente imaginará lo mal que te irá al buscar trabajo, lo que te influirá poderosamente. Así es el inconsciente colectivo.

Sin embargo, te propongo que des energía a aquello que te acerque a tu felicidad o a aquello que busques para ti. Si das energía e imagen a encontrar trabajo, las posibilidades para encontrarlo aumentarán en medida de cuánto lo creas como verdadero. Así, dándole energía a aquello que te beneficie, empiezas a imaginar para ti mismo y no para los demás. Recuerda que un día la tierra fue plana. Dejar de creer en algo que te destruya de vuelta es el principio hacia el control de tu poder infinito.

6. Imaginar es bueno para tu cerebro

Para mantener tu cerebro sano una buena herramienta es visualizar. Hans Berger en la década de 1920 descubrió la relación entre actividades mentales y estados anímicos. Diferentes actividades mentales se traducen en distintas ondas que genera nuestro cerebro. Estas ondas son Delta, Theta, Alpha, Beta y Gamma. Investigaciones científicas arrojan que más de un 80% de nuestra cotidianidad nuestro cerebro está en la onda cerebral Beta, en estado contínuo de alerta y atención al mundo exterior, prevaleciendo así esta frecuencia únicamente y provocando altas dosis de estrés, nerviosismo y ansiedad.

Sentarnos relajadamente al llegar la noche e imaginar aquello que deseamos vivir desde el prisma de que todo es posible si así lo creemos, tiene un beneficio doble. Por una parte reduce nuestra actividad cerebral a Alpha y Theta, ondas de la creatividad, el bienestar y la intuición consiguiendo así un equilibrio de frecuencias mentales. Además hace que podamos ir diciéndole a nuestro gigante, que es tan poderoso como inocente, aquello que queremos vivir, desarrollar en nosotros y crear en nuestra realidad y esta vez, desde nosotros mismos para nuestro propio beneficio.

Si de verdad lo crees y lo sientes como real en tu lienzo mental, así será. Tus células lo admitirán como verdad y todo el universo conspirará para crear los sueños que día a día ya materializas. Así, adquiriendo el hábito de imaginar, puedes mover la rueda hacia la dirección que verdaderamente te beneficie.

CONSEJOS FINALES

• Imaginar es ir al almacén de las infinitas posibilidades.

• Para imaginar correctamente, tendremos que ver poco a poco con precisión la imagen y juntarla con una emoción

• La emoción es la chispa con la que la imaginación empieza a ser una realidad para nuestro inconsciente. Para sentir la emoción imaginando algo hay que verlo claramente, el ojo es susceptible de emoción a través de la imagen.

• Se trata de pensar e imaginar desde el prisma de lo absoluto, sabiendo que cualquier proyección y pensamiento están creando tu vida a cada momento y que por lo tanto, quieres lo mejor para ti.

• No se trata de ser ilusos y creer que los elefantes rosas algún día dominarán el mundo, más bien de crear una posibilidad que puedas insertar en tu realidad, en tu entorno.

• Imaginar día a día unos diez minutos concretando aquello que solicitamos será suficiente.

• Cada palabra y sentimiento que generamos desencadena un conjunto de ondas que nunca se elimina, sólo se transforma, y recrea tu vida a cada instante. Crea algo que te engrandezca de vuelta.

• »Que las cosas que deseas, cuando ores, creas que ya las recibiste, y las tendrás» Marcos 11:24

Dejarte con una reflexión, que desde mi más profundo latir transformé en palabra, para que puedas beneficiarte tu también de aquello que creo en cada momento. Ahora puedes sentarte y disfrutar de imaginar, porque estarás recreando tu vida a través de aquello que deseas.

Gracias.

MERCURY #TODOESENERGÍA #TUORQUESTASLADANZA #REIMAGINA

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