Actualmente existen estudios que relacionan la inteligencia emocional con el sentido del humor, como el realizado en la Universidad de Jaén, que apunta a que las personas que cuentan con buenas habilidades para la creación y apreciación del humor, con frecuencia lo utilizan en el afrontamiento de problemas, llevándoles a experimentar un mayor bienes psicológico subjetivo.
Según estos expertos, el buen sentido del humor genera emociones positivas que influyen en el procesamiento de la información, en la mejora de las relaciones interpersonales y en el afrontamiento del estrés y la adversidad. Además, otros estudios demuestran como la capacidad para producir o crear humor predice el éxito de encontrar pareja, funcionando como una de las principales herramientas de seducción.
¿Es siempre sano el sentido del humor?
Como apuntan Gross y Muñoz (1995), el sentido del humor puede ser beneficioso para la salud mental y el bienestar psicológico al contribuir a la habilidad para regular o manejar emociones. Sin embargo, no siempre es positivo y como todo en esta vida, se puede utilizar para bien o para mal.
Todo aquel que haya sentido que se reían a costa de él podrá dar buena prueba de ello. Pudiendo el sentido del humor volverse en nuestra contra si no sabemos manejarlo adecuadamente. Algo que a veces resultar complejo por el alto nivel que inteligencia social que el humor exige en algunas circunstancias.
Para ayudarnos a incorporar el humor como una herramienta efectiva que mejore nuestras relaciones, ya sean personales o profesionales, es importante que diferenciemos los estilos saludables de aquellos que no lo son tanto.
Martin, Puhlik-Doris, Larsen, Gray y Weir (2003) identificaron cuatro estilos de humor:
- Los saludables: humor de afiliación y de autoafirmación.
- Los insanos: humor agresivo y autodemoledor.
Pasemos a analizarlos y veamos algunas claves que nos ayuden a entenderlos.
Humor de afiliación
Es la tendencia a decir cosas graciosas como contar chistes o usar el ingenio para hacer bromas con el objetivo de divertir a los demás. Facilita las relaciones sociales y reduce las tensiones interpersonales.
La forma de desarrollar este tipo de humor es, por un lado, comprendiendo cómo funciona la creatividad dentro de la comunicación. Es decir, qué procesos lleva a cabo nuestra mente para ser ingeniosa. Siendo los mapas mentales la herramienta más útil para entenderlos.
Por otro lado, se podrían ejercitar distintos estilos como la exageración, la ironía o el humor absurdo. Estudiando como funcionan cada uno de ellos para llevarlos a la práctica en distintas situaciones. Para más información, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro curso online para mejorar el sentido del humor.
Humor de autoconfirmación
Muestra la tendencia a divertirse ante las incongruencias de la vida, manteniendo una visión humorística incluso en las situaciones de estrés o adversidad. El humor se presenta como mecanismo regulador de emociones, por lo que se muestra como una factor calve en términos de inteligencia emocional.
Humor agresivo
El humor se utiliza con predisposición a criticar o manipular a otros. Ridiculizar con malas intenciones, el sarcasmo, la burla, humor despectivo, la irrisión (burla a costa de una persona) o humor potencialmente ofensivo.
Incluye la expresión compulsiva del humor incluso cuando es socialmente inapropiado
Humor autodemoledor
Intentar divertir a los demás al hacer cosas graciosas a expensas de uno mismo. Un humor excesivamente autodespectivo y reírse con los demás al ser ridiculizado o menospreciado. Trata de conseguir el afecto de los demás a toda costa, aún a pesar de afectar a la propia autoestima.
¿Por qué te interesa apostar por un humor sano?
El humor está íntimamente ligado con nuestras emociones. Es una forma de comunicación emocional. Lo más importante es vigilar el contexto en el que se utiliza y sus repercusiones emocionales. Vigilar cómo nos hace sentirnos a nosotros y a los demás.
En una investigación con 111 estudiantes universitarios en Canadá, Yip y Martin (2006) descubrieron que la habilidad para manejar nuestras emociones se ve influenciada positivamente con el humor de afiliación y el humor de autoafirmación. Algo importante teniendo en cuenta que el manejo emocional nos ayuda a ser más felicidad y valorar más lo que tenemos.
Por otro lado, el humor agresivo y autodemoledor mostraba una relación negativa con nuestra capacidad para percibir emociones. Observando como los estilos de humor positivo aumentan nuestra competencia social mientras que los estilos de humor negativo tienen el efecto contrario.
Empatía, asertividad y coraje
Esas son habilidades necesarias para tener un buen sentido del humor. Alguien puede ridiculizarnos o hacerlo nosotros con él, pero el hecho en sí no demuestra la intención ni la energía emocional imperante si no le damos un contexto.
En este caso, si nos reírnos sinceramente de la situación quitándole importancia, será un humor sano pese a haber usado un estilo de humor agresivo (ridiculización). Se reduce el miedo a la circunstancia preocupante pues interviene a su vez el humor de autoconfirmación, dado que ambos en amistad, mostráis un visión humorística ante una situación de estrés.
Por el contrario, si ante la misma situación nos sentimos atacados o que hemos agredido al otro, debemos captar ese mensaje pues entonces sí estaríamos ante una situación ofensiva. Le empatía aquí sería crucial para darnos cuenta de ellos y pedir disculpas si hemos ofendido, o mostrar nuestro descontento con una comunicación asertiva que no genere mayores conflictos.
Capta el mensaje emocional
El mensaje es lo que esa emoción que experimentamos quiere decirnos. Por ejemplo, si somos incapaces de reírnos de nuestros errores y reducir su importancia, llevándonos esto a evitar enfrentar los desafíos que los han provocado, ese es un mensaje que tenemos que captar. De no hacerlo, podríamos caer en la trampa de evitar situaciones que necesitaríamos enfrentar para aprender a manejarlas y obtener así mayores beneficios emocionales a largo plazo.
Otro ejemplo: si vemos que ofendemos a otra persona con un estilo de humor, como por ejemplo usando un estilo de humor chulo en el que nos “metemos con otra persona” para “picarnos”, muy frecuente en los adolescentes en contextos seductivos, debemos ser conscientes de ello para no hacerla sentir incómoda y optar por otros estilos.
Se ha demostrado que el humor parece estimular estados de ánimo positivos y contrarrestar emociones negativas. No obstante, como hemos ido diciendo, todo puede utilizarse de forma positiva o de forma negativa. Utiliza el humor con amor, como recurso para hacerte sentir bien a ti y a los otros. Ese es el mejor catalizador.
Bajo esa actitud, si ofendes o te ofenden, pide disculpas o marca tus límites, pero no vivas reprimido ni reprimas bajo una actitud demasiado susceptible. Eso es lo asertivo.
Para más información puedes leer nuestra guía para mejorar el sentido del humor.
