¿No sabes cómo ser más gracioso? Salvador Dalí te daría algunas buenas respuestas.
Imaginativo y narcisista de cara a la atención pública, Salvador Dalí irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, los cuales rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística.
Desde mi punto de vista personal, alejándonos de la crítica y los juicios para aproximarnos más hacia un análisis publicitario por el lado creativo: lo que llama la atención, triunfa. Y esa es una clave vital para ser más gracioso.
Como sabrás, en la exitosas serie La casa de papel, los personajes se disfrazan con un mono rojo y una máscara de Salvador Dalí. En palabras de Pedro Alonso, actor que interpreta a Berlín en la serie: “Es un símbolo de un espíritu que tiene que ver con el artista que, de pronto, ha trascendido ciertos límites y ha servido como soporte para hacer visible una forma de resistencia con corazón y humor”
¿Qué podemos aprender de este artística que amplíe nuestra visión de la vida adoptando un poquito más de la suya?
Analicemos unas cuantas de sus citas más famosas y busquemos en sus enseñanzas una relación que nos ayude a hablar con gracia.
El genio tiene que pasar por encima de la locura y la locura por encima del genio.
Lo que aprecio de esta cita de Salvador Dalí, relacionándola con mi experiencia como creativo, es que mi capacidad para crear ha sido mayor cuanto más loco me he sentido. Aún sin por ello sentirme fuera de control sobre mi propia locura.
Relacionándolo con el arte de la poesía, hay momentos de ebullición en los que casi todo lo que te viene a la mente son auténticas locuras. Parece que flotas sobre la realidad y ves las cosas como realmente son, pero a su vez estas son ilusorias e irreales.
Dentro del torbellino, el genio (la técnica, el conocimiento, el estilo, etc.) decide darle forma artística a lo que el loco te susurra. Combatiendo genio y locura constantemente entre darse o quitarse cuerda hacia arriba o hacia abajo.
Aplica esta clave para ser más gracioso
Partiendo de técnicas de asociación o mapas mentales que estudiamos en mis cursos de habilidades sociales, podemos imaginar algo loco en relación a un tema del que estemos hablando.
¿Qué sería una locura en relación al mal año que llevamos por culpa del covid y las desgracias medioambientales?
En Santalucía lo tienen claro:
Ejemplo de respuestas graciosas:
—La verdad es que ahora mismo las cosas están fatal. Entre el Covid y la Guerra… No sé qué será lo próximo.
—Yo lo tengo claro, los extraterrestres.
—Jajajaja, pues no me extrañaría
—De hecho yo ya estoy negociando un tratado con ellos. Hay que ir anticipándose a estas cosas o sino luego llegan las madres mías.
—¿Y qué les has dicho se puede saberse?
—Nada importante. Tan solo que si nos invaden, se lleven a todo los políticos y me dejen a mi al mando que yo arreglo esto. Cuestión de confianza les he dicho y de momento está colando. Saludo a tu próximo Rey.
—Jajaja, serás idiota.
Creo que la vida debe ser una fiesta continua.
Dentro de esta cita se recoge la actitud más importante que podemos tener para provocar comportamientos creativos espontáneos.
Estos pensamientos son aquellos que percibimos como naturales y encantadores. No han surgido de un análisis reflexivo previo. Son el resultado de la puesta en marcha de nuestras habilidades con una mente vacía.
Cuando disfrutamos y nos lo pasamos bien tenemos respuestas más ingeniosas. Nos sentimos más en el aquí y el ahora. No pensamos antes de hablar y el resultado es que hablamos con más encanto y a menudo incluso con mayor persuasión. ¿Por qué mayor persuasión? Porque el receptor del mensaje siente que las palabras que decimos no son el resultado de una estrategia.
Fomenta esta actitud para ser más gracioso
En una escena de la serie Californication, una de las que analizamos en nuestro curso online para desarrolla el ingenio y sentido del humor, vemos al personaje Hank Moody haciendo gala de un ingenio dominado por esta actitud de pensar:
La vida es una fiesta, no me la tomo demasiado en serio. Por eso digo lo que me sale en el momento.
En esa escena de la serie, Hank se encuentra con unos agentes y productores para crear una película sobre su último libro, cuando la actriz enseña sus pechos en una demostración de que son estupendos para enseñar en pantalla. Insistiendo en que Hank debería escribir el guión de la película porque el encanta el libro. Algo a lo que Hank, en una muestra de que se está divirtiendo, comenta: «No solo tiene unas tetas estupendas sino que además demuestra tener un gusto literario espléndido».
Hank podría haberse limitado a mencionar su buen gusto literario lanzándose un elogio así mismo, pero añade el comentario de los pechos como introducción en una muestra de que se divierte y no se toma las cosas demasiado en serio.
Esto ayuda a establecer relaciones más fluidas en nuestras conversaciones, aunque claro, antes debemos superar nuestros miedos, entre otros el miedo a meter la pata con comentarios desafortunados.
Tienes que crear confusión de forma sistemática, así se libera la creatividad. Todo lo que es contradictorio crea vida.
En esta cita vemos Salvador Dalí nos hace conscientes de que aquello que causa confusión, tiene mucho más impacto que aquello que esperamos. Lo contradictorio crea vida porque ha de ser descifrado.
Para ser más gracioso, por ejemplo cuando estamos seduciendo a alguien, que es donde quizá se eleven más los efectos de la confusión, quizá pidamos «tener las cosas claras». Y eso es algo importante para que una relación funcione, pero hay que llevar cuidado. Plenas garantías significa pleno aburrimiento.
Groucho Marx lo llevó al límite:
El personaje de Groucho Marx utiliza la confusión a través del humor absurdo. No sabemos si nos adora o nos odia, si le gustamos o se ríe de nosotros. Esa confusión nos hace pensar. Estar en la mente del receptor del mensaje.
Por eso a la hora de conquistar a alguien suele ser efectiva. Nos hace estar ahí, férreos en sus mentes. Pensando en nuestros mensajes y en lo que realmente queremos decir y sentimos sin que dejemos claras nuestras intenciones.
Por otro lado, ese deseo de generar confusión nos invita a buscar los contrastes de aquello que decimos, por lo que nos ayuda a tener más labia.
Ejemplo siendo gracioso en una relación de pareja:
—Tú sabes que estoy completamente enamorado de ti. Por eso me gusta tenerte lejos. Cuanto más lejos mejor. Si estuvieses más cerca no podría contenerme y el amor me saturaría la mente. Enfermaría.
—¿No has probado a pedir cita en un psiquiátrico? Seguramente no tengas arreglo, pero por probar…
—Me echaron de uno hace poco. Ni si quiera me devolvieron el cepillo de dientes.
—Pues lleva cuidado no te salgan caries, sería una defecto más a sumar a tu lista.
—No te preocupes, ya tomé cartas en el asunto. Amo mucho mi dentadura. No tanto como a ti pero al menos está siempre conmigo. Tú ya apenas vienes a visitarme.
—Pero si me has dicho que cuanto más lejos mejor.
—Deja de inventarte cosas, sabes perfectamente que yo nunca he dicho eso. ¿Cómo hacerlo con esos bonitos ojos profundos?
No temas a la perfección, nunca la alcanzarás.
En esta cita Salvador Dalí nos ofrece una ironía sobre el perfeccionismo, un rasgo bastante paradójico.
- Por una lado tenemos a los perfeccionistas que actúan de forma creativa, los Steve Jobs.
- Los que actúan con muy poca creatividad porque lo quieren hacer tan perfecto y con tanta información que no arriesgan y no innovan. Muchos acaban siendo el prototipo del profesor universitario y se casan con la información pero no con la acción.
- Y por último, están los que piensan tanto en hacerlo perfecto que directamente no lo hacen. A exceso de análisis, parálisis. Si no lo hago perfecto, mejor no lo hago. Aquí suelen caer las personas vagas que generan grandes sueños irrealizables, se agobian y luego abandonan.
La perfección no es alcanzable. Lo que sí podemos alcanzar son ciertos momentos perfectos, pero a menudo estos llegan sin ser buscados. Simplemente aparecen, aunque como dijera Pablo Picasso, más nos vale que si la inspiración nos llega que esta nos pille trabajando. O dicho de otra forma, para ganar necesitamos estar en el campo de batalla.
¿Y cómo alcanzar esos momentos perfectos no buscados en comunicación? Con la preparación, la inspiración, el trabajo y la confianza en uno mismo. Ese es el camino para tener construir una buena autoestima.
Por ejemplo, dentro de esa preparación incluiríamos medidas correctoras, como pedir perdón hablando con asertividad cuando nos equivocamos.
Es decir, podemos enfocamos en la preparación y asumir confianza en que las cosas irán cada vez mejor conforme vamos aprendiendo. Evitando exigirnos resultados demasiado pronto que solo aumentarían nuestra ansiedad, cuyos efectos nos harían perder el foco de actuar con pasión.
Dejemos que estos lleguen cuando tengan que llegar. Esto nos liberará de las presiones y pensamientos que nos distraen y que nos impiden ser creativos cuando hablamos.
#wearebrave #alwaysbeatyourself
Cada día tomamos una decisión que es vital. Una decisión que marca el camino de nuestros sueños y de cómo nos sentimos durante el duro transitar que nos lleva a ellos. Y no importa que nuestras aspiraciones sean grandes o pequeñas. Puede que simplemente deseemos llevar una vida tranquila. Puede que nuestro sueño sea tan sencillo como ser feliz con nosotros mismos y los nuestros. Pero esta decisión es igual de crucial sean cuales sean nuestras ambiciones. La decisión es la de cómo nos comunicamos con el mundo y qué generamos en él con nuestros gestos y palabras. No hay una más importante, pues empieza por nosotros mismos.
