No te dejes caer a los pies de tus temores. Cualquier circunstancia que nos atemorice puede llenar nuestra imaginación de posibles angustias. Debes obtener su control. Puedes recordarte en otra situación, ante circunstancias que del mismo modo te atemorizaron en el pasado, pero que hoy ya dominas. Sentirte en pleno dominio de lo que hoy parece imprevisible. Trayendo la serenidad y fuerza que ya posees en otra área, aunque en esta te parezca esquiva.
Prueba primero a hacerlo con tu cuerpo, fingiendo una posición de seguridad y confianza que te contagie de autoconfianza. Transforma desde tu pose hasta tu forma de hablar.
Recuérdate que eres capaz de disfrutar de tus temores. Amarlos porque en ellos creces y con ellos vives más intensamente. Lo que irremediablemente te invadirá de un sentimiento poético y motivador que te ayudará a superar el desafío, a la vez que recuperas tu equilibrio mental.
David Jungle