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Hoy os traigo esta entrevista sobre la que os hablo de mi forma de ver la seducción y las habilidades sociales desde un enfoque espiritual y artístico. Comentando cositas que para mi son vitales para mejorar nuestras relaciones.
Espero que tengáis un ratito para verla porque se dan muchas claves importantes y creo que ha quedado divertida.
Me ha gustado mucho esta entrevista.
Uno de los puntos que saco, y que pauso el video para comentarlo, luego seguiré viéndolo, es el tema de las afirmaciones positivas.
Yo también escuché esta técnica de motivación. Y un buen día la utilicé. “Soy guapo, triunfo con todas”, mientras me dirigía al tren que me llevaría a Madrid para salir de fiesta, me la repetí unas cuantas veces. Aquella noche, le dije a la primera chica que me gustó “Hola… “y antes de seguir con lo que le iba a decir se dio la vuelta y me dio la espalda. Algo que siempre he interpretado como “paso de tí y de cualquier cosa que vengas a decir, preguntar o lo que sea”. Y se me hundió todo ese ánimo. En ese mismo instante me dí cuenta de que toda aquella afirmación no servía de nada, porque no estaba basada en nada. No había absolutamente nada que respaldase esas afirmaciones. Así pues, son puro ego.
Tiempo después me di cuenta de que si hay argumentos que respalden esas afirmaciones, ya no tratamos de inflar el ego al repetirlas, sino de afianzar una auto-estima. Alguien que ha hecho puenting, paracaidismo, rafting, etc… puede decirse a sí mismo “soy valiente”. Alguien que saca buenas notas en sus estudios puede decirse “soy buen estudiante”. Y al estar basadas en pruebas, nadie. Absolútamente nadie puede derrumbar esa imagen que nos hacemos de nosotros mismos con esas afirmaciones. Porque no son construcciones de nuestra imagen construidas en el aire. Son construcciones bien cimentadas.
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Otro punto que considero muy importante es el tema del tipo de juego. Me refiero a la diferenciación entre el juego directo y juego indirecto. Y sobre todo, hablando del juego indirecto el mayor error que dices que comenten muchos chicos: Transmitir que lo que quieren es ligar. Y es que todos los maestros (Mistery, Strauss, Mario Luna, etc.) enseñan lo mismo. “Si quieres ligar con una chica, haz como si no quisieras ligar con ella”. Es decir: Si tienes un deseo sexual, ocúltalo. A la larga, esta enseñanza es un lastre.
Claro, que no te lo dicen así exactamente, te dicen “no busques ligar, busca divertirte”. Pero… los deseos sexuales no se pueden controlar. Y menos aún cuando estás hablando con la chica, la tienes a 20 centímetros, su boca a 30. ¿Cómo vas a frenar conscientemente un deseo que surge del subconsciente? Es imposible. Si sientes atracción sexual hacia la chica, no puedes no actuar de forma natural como si no lo sintieras. Sólo te queda una solución: Actuar, fingir. Al menos para mí ha sido así siempre. Y he llegado a ser muy bueno en ello. Y a conseguir más relaciones y de mayor calidad con estos métodos.
Sin embargo, me faltaba algo. Antes de conocer la seducción mis relaciones eran escasas, pero existían. Y alguna vez la chica me decía “me gustas” o algo parecido. Y me parecía que me había tocado la lotería. Me resultaba algo maravilloso, ella me hacía sentir especial. Eso se pierde cuando sabes exactamente qué estás creando cuando le hablas de tu vida. Si le cuentas un viaje sabes exactamente cómo estás afectando a sus emociones. Y cómo encaminarla hacia unas emociones que la hagan decir “me gustas”. Así que, cuando lo dicen, ya no te pilla por sorpresa. Incluso, como sigo comportándome según un método que ya domino muy bien, no me estoy comportando como soy yo mismo. Y por lo tanto, ese “me gusta” se refiere a otra persona que no soy yo mismo de manera natural. No soy yo mismo quien le gusta, sino ese chico que está jugando a un juego.
Para mí, todo cambió con el descubrimiento del juego directo. ¿Y por qué? Porque cuando quiero ligar con una chica, lo utilizo. Y cuando no quiero ligar con una chica, utilizo el juego indirecto. Y es entonces, cuando utilizo el juego indirecto que no tiene ningún deseo oculto, que no tiene que ocultar ninguna intención, cuando más efectivo me resulta. Y es entonces cuando ella me dice “me gustas” sin haber buscado gustarla cuando ya me vuelve a pillar por sorpresa, me vuelve a sorprender y me vuelve a hacer sentir especial. Como antes de conocer la seducción.
Sólo dominando bien el juego directo puede uno realmente jugar el juego indirecto más puro y más efectivo. El fin último de hablar con una chica utilizando indirecto puede ser, simplemente, divertirse, vivir el presente, no pensar en que en un futuro queremos X cosa de ella, no pensar en qué le decimos en vez de eso que queremos decir (lo que manda decir el deseo sexual)… Sin todas esas cargas que el deseo de decirla algo y no poder, el juego indirecto se vuelve totalmente puro. Ya no es “Si quieres ligar con ella haz como si sólo quisieras divertirte”. Ahora es: “Es que realmente sólo quiero divertirme”. Y ese juego indirecto es arrollador. Y además, llena más.
Lo que intuyo, David, de esta entrevista es que en tus cursos ofreces otra visión de la seducción que, si enlazamos con la de los otros autores, se puede traducir como otra manera de enfocar el juego indirecto. De desarrollar el juego indirecto. Me gustaría tu opinión al respecto, y por otra parte, sobre el juego directo.
Claro, no quiero terminar sin puntualizar 2 puntos que considero errores sobre los conceptos del juego directo frente al juego indirecto.
1.- Se puede llegar al sexo sin pasar al juego directo. Si tú no buscas el sexo, pero es ella la que lo propone y tú aceptas, eso es llegar al sexo con juego indirecto.
2.- No es lo mismo la sexualización en el juego indirecto que el paso al juego directo.Hola Jesus,
Estoy totalmente de acuerdo contigo sobre las afirmaciones positivas. Cuando son verdaderas, sí sirven para motivarnos porque tenemos referencias pasadas que las sustentas y nos sirven para atraer de nuevo esas sensaciones y revivirlas en el presente. En la entrevista con las prisas se me pasa comentar ese detalle.
En cuanto a lo que comentas de las intenciones de ligar creo que tampoco queda del todo claro en la entrevista ya que en muchas ocasiones yo he llegado a decirle a una chica: Pues claro que quiero ligar contigo, eres preciosa. Quizá con un tono sexual. Nunca lo he ocultado. El error principal es transmitir que tienes ese objetivo en mente, no que haya sido algo que ha provocado ella porque te ha seducido o el momento que estáis compartiendo, sino que tú necesitas ligar o follar y estás buscando esa meta. No es lo mismo que ella lo provoque y tú dejándote llevar quieras ligar, a querer ligar y que ella te valga. Cambia mucho su percepción. Algo que Robert Greene destaca y menciona como 100 veces en El Arte de la seducción pero por ser tan subjetivo y sensorial el concepto a mucha gente le lleva años llegar ahí si es que llegan.
Quiero dejar claro el hecho de que el juego sea directo o indirecto es lo de menos, de hecho yo suelo ser directo en el 80% de las veces aunque domine ambos porque soy muy sexualizador. Además suelo ser directo en ocasiones muy a lo bestia, he llegado a entrar diciendo: “te he visto y lo primero que he pensado es, dios, quiero follarmela, vas increíble”. Sin embargo cuando el directo no le cuadra a ella, puedo pasar al indirecto sin ningún problema e ir construyendo esa conexión que necesita sin exigir avances sexuales tan rápido. Me adapto. Es más, aunque sea directo, nunca dejo de tratar temas emocionales y de nuestras vidas como si pasada a una parte más indirecta porque es necesario hablar de todo eso.
Lo que quería dejar claro en la entrevista es que estés siendo directo o indirecto, es vital que vean que no tienes objetivos ocultos y que lo que haces es porque te apetece, lo disfrutas y te surge natural sin estar buscando una meta que no sea algo que vaya surgiendo entre los dos. Es decir, sí, quiero besarte, follar, en definitiva avanzar. Pero porque estoy disfrutando contigo y es algo que se está despertando en los dos, no porque haya salido de mi casa a buscarlo o porque lo necesite, sino porque se ha creado con la magia del momento y de la seducción. Y si no pasara nada, tampoco pasa nada, porque he disfrutado los instantes que hemos compartido. ¡Esa es la idea!
En cuanto a lo que comentas de que una vez dominado el juego no te ilusionas tanto como antes, es normal en una fase mediana del proceso de avance en la seducción en el que la mayoría de gente se queda (gurús incluidos). La fase en la que dominas el juego pero no le das un valor espiritual, poético, artístico, meditativo o de descubrimiento del mundo a través de la seducción.
Al quedarse en un juego, llega un momento en el que ya no aporta ni ilusiona tanto. Llegado ese punto es cuando hay que dar el salto hacia convertirlo en un arte que te autorrealiza y te conecta al mundo y sus conocimientos a través de los sentidos y las sensaciones de la experiencia. Algo que es difícil de explicar e implica un proceso al que yo llegué porque profundicé mucho en temas espirituales, de meditación o poesía. Sin ese paso, seguramente me habría quedado en el juego (como hice durante varios años) y la seducción habría dejado de fascinarme porque para mi seducir ahora mismo no es el objetivo, es uno de los medio que utilizo como meditación e inspiración de arte.
Un abrazo crack, cualquier cosa seguimos comentando y quizá saque un vídeo en concreto sobre esto ya con las conclusiones a las que lleguemos 😉
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